Como Si Te Conociera ©

Cap. 36: Dividida

No podía dejar de pensar en todo lo que iba a suceder una y otra y otra vez, los mismos errores que me predestinaban al fracaso.

Tomé lápiz, papel y compuse una canción de como era mi vida en esos momentos, estaba dividida es lo que sentía.

Los días iban pasando y a pesar de que era incapaz de acercarme a Eric como quería hacerlo, sentí que iba ganandome su confianza simplemente con saludarlo y despedirme de él cada vez que iba al gym.

—Hoy te vas temprano...

—Si, tengo un evento con el grupo.

— ¿ Dónde siempre?

—Si, y es en un par de horas.

Eric sonrió y se marchó.

Me cambié y me marché, había quedado con los chicos en el ♣Amnesia♣ al parecer dan una fiesta de clausura, el dueño se jubila y no han encontrado a nadie que quiera hacerse cargo del negocio. Así que hemos preparado un concierto de despedida.
Hacía tiempo que no disfrutaba al subirme a un escenario, mi cabeza siempre estaba en otro lugar.
Les había dado a los chicos la canción que quería tocar y aunque iba dirigida a Matt y Daril pensé que quizás pudiera servirme de gancho con Eric, estaba segura de que vendría.

Mi intuición no falló, allí estaba, era mi oportunidad de sembrarle las dudas, mis falsas sonrisas y mis ganas de morir por dentro cada vez que lo sentía cerca debían haber estado sirviendo de algo.
Tomé el microfono y con la voz casi rota canté una a una las palabras que había escrito y que desgarraban mi alma.

"Siento que me encuentro dividida
Corazón herido
No me falles

Dividida entre dos amores
Que me arrancan la piel
Cada uno un sentimiento
Cada uno una emoción
Cada uno un pensamiento
Cada uno una ilusión
Cada uno un sufrimiento
Cada quien en desamor

Estoy atrapada
Tan enamorada de los dos"

—Buenas noches a todos.
Quería daros las gracias a cada uno de los que nos habeis acompañado noche tras noche, en cada actuación.Habeis hecho posible que hayamos cumplido un sueño, lastima que esto se acaba.
Todos echaremos de menos este maravilloso lugar que tantos buenos momentos nos ha regalado a todos.
Hagamos un brindis por Raúl, para que hoy comience el resto de tu vida.

Me quedé en silencio mirando desde el escenario a todos los presentes y supe que lo echaría de menos, la música era una de esas pequeñas cosas que hacían que por un instante me sintiera especial.

Al bajar Eric me ofreció una copa que tomé con gusto.

—Este sitio es importante para tí ¿verdad?

—Si, mucho. Aquí puedo olvidarme del resto del mundo, de todos los problemas, es un lugar donde evadirme y dejar de luchar contra todo, durante unos instantes y eso no tiene precio.

—Para mí si lo tiene.

— ¿Qué?

—Son solo números, ya sabes lo que siento por tí y si puedo hacer algo para que veas por tí misma que a pesar de todos mis errores y mis malas deciciones... ten por seguro que lo haré.

—No, no comprendo. —me quedé mirándolo sin entender nada de lo que decía. Tomó mi mano y me dió una carpeta. Al abrirla, lo que había en su interior era algo que jamás habría imaginado —. No, no puedo aceptar esto.