Cap 4: El gran error

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"Yo sé que eres tú. Quizás sea mejor así, a fin de cuentas somos compañeros y algo así podría hacernos sentir incómodos", pensé.

— ¿Por qué? —preguntó Matt.

—No, pensé que quizás te había visto el fin de semana.

—Mmmm, puede... quizás. Creo que tengo algunas cosas borrosas —se lamentó.

—Es mi primer fin de semana aquí y salí, pero tienes razón, seguramente no —dije sonriendo.

—Buenas —saludó Colin.

—Hola

— ¡Vaya, parece que ya tienes mejor cara!

—Sí, ya sí —reí.

Matt nos miraba un poco pensativo.

— ¿Que me perdí?

—Nada, solo que tienes una compañera con talento, eso es todo.

—Al lado de la tuya poca cosa —dije negando.

—Tío, ¿te espero para comer luego o qué? —preguntó a Matt.

—Sí, claro, como siempre.

— ¿Vienes? —Colin se dirigió a mí.

—Me encantaría, pero mejor en otro momento, ya quedé con Lisa —dije señalando hacia abajo con mi dedo.

—Ah, ¿la chica de recepción? —cuestionó Matt.

—Sí, comeremos en el italiano de la esquina.

—Muy bueno, me gusta ese sitio, otro día vamos juntos.

—Vale.

Volví a ponerme a trabajar y vi que Matt y Colin hablaban como con secretos. Me puse los cascos y les hice una señal para hacer ver que no les oía.

Un rato después.

—Me voy a comer —avisé a Matt.

—Vale —respondió.

Bajé a la recepción y fui con Lisa al restaurante.

— ¿Estás bien? Llevas callada la mitad de la comida y eso es tan raro en ti. —Lisa me miró preocupada.

— ¿La verdad? No.

— ¿Qué ocurre?

— ¿Recuerdas el "error "de anoche?

—Sí, claro.

—Estoy segura que era mi compañero. —Casi se atragantó con lo que estaba comiendo—. No estoy segura al cien por cien. Estaba medio oscuro, pero mi cuerpo me dice que es él.

— ¡Eres un caso! —rió Lisa—. Y, ¿qué vas a hacer?

—Nada, fue solo un beso, no debe llegar a más y si él encima ni se acuerda, no imaginé que estuviera tan bebido... No hay nada que hacer.

—Te removió, Aria, eso en ti es súper raro.

—Lo sé, pero a quien no puedo quitarme de la cabeza es al chico del coche —dije guiñando el ojo.

— Voy a tener que enseñarte a ligar, nena. Es simple, si ellos pueden, tú también. ¿Te gusta? Tómalo, es solo una noche, así que eso que se lleva tu cuerpo —habló mientras hacía un gesto sexual.

— ¡Lisa! —exclamé.

— Nena, solo se vive una vez. ¿Qué tal si la próxima vez que lo veas pierdes tu oportunidad? Nunca sabrás qué se siente y, ¡créeme!, es peor la sensación de dejarlo escapar, que la sensación de tenerlo dentro de ti.

Como Si Te Conociera ©  Where stories live. Discover now