Cap. 6: Un juego peligroso.

847 81 84
                                    

Daril sonrió, me llevó al interior del coche.

Se sentó en el asiento del copiloto y yo me senté encima quedando frente a él.

Nuestra respiración entrecortada no podía ocultar el deseo que nos embargaba. Sus manos comenzaron a quitar mi ropa sin reparos, lo hacía despacio, sin prisas, disfrutando del deseo que nos invadía.  

Desabroché su camisa y dejé su torso desnudo frente a mí, lo miraba sin poder ocultar mis nervios

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

Desabroché su camisa y dejé su torso desnudo frente a mí, lo miraba sin poder ocultar mis nervios.

Nuestra respiración resonaba en el silencio, nuestros pegados cuerpos se agitaban temblorosos, sus manos acariciaban mi cintura recorriendo mis caderas y apretándome contra él.

No podía resistir más.

La excitación me embargaba, cada músculo, cada fibra de mi piel, de mi cuerpo, lo pedía a gritos.

Me tomó con firmeza, me pasó al asiento trasero, esperaba con ansiedad que me tomara.

Me alzó la cara, besó mis labios al mismo tiempo que me tomaba. Mi cuerpo se curvó, no pude aguantar el equilibrio y tiré de él hacia mí.

Mis piernas temblaban, sentía en mi vientre su calor, nuestros cuerpos se agitaban en el silencio.  

La excitación era demasiado intensa

К сожалению, это изображение не соответствует нашим правилам. Чтобы продолжить публикацию, пожалуйста, удалите изображение или загрузите другое.

La excitación era demasiado intensa.

No tuve tiempo de pensar ni de decir nada.

Abrió mis piernas y él presionaba contra mí, de manera inconsciente nuestros movimientos eran uno solo.

La satisfacción era dulce y placentera.

Gemí como nunca.

Nos tumbamos casi inconscientes, nuestra unión nos había dejado agotados.

Sonrió mirando mi pecho subir y bajar por la respiración.

— ¿Sigues teniendo dudas? —preguntó.

—No, ya decidí lo que quería.

—Sabía que podía convencerte.

Mientras me miraba fijamente pude alcanzar las llaves del coche que habían caído al suelo.

Como Si Te Conociera ©  Место, где живут истории. Откройте их для себя