Mi mundo se caia a pedazos
no habia luz en mi oscuridad.
El destino me sorprendió
poniendote en mi camino
¿Era una coincidencia?
En un mundo de mentiras,engaños e ilegalidad.
¿Puede nacer el amor?
Él, es el rostro de un amor prohibido...
-Creo, creo que yo puedo...acercarme a Eric. -dije intentando que no se me notara el miedo que sentía por detro.
- ¡No!, es peligroso.
-Lo sé, pero... -tragué saliva, tomé aire e intenté ser valiente y sonar convincente -.Sé que siente algo por mí y creo que eso puede jugar a mi favor.
Me levanté del sofá y comencé a divargar dando vueltas por el salón hasta que Daril me tomó por los hombros e hizo que lo mirara.
-Si Matt se entera de esto me matará... no puedo permitirtelo.
-No estoy pidiendo tu opinión. Es una decisión que llevo pensando desde hace días. Matt me dijo que Eric me quería a mí, si yo le hago creer que me interesa... quizas baje la guardia.
-Aria, no, no sabes donde te estás metiendo, vas a destruirte.
-Daril, no soy tan débil como todos creeis. Puedo hacerlo.
-Pero...vas a perderte en el camino y Matt...
-Lo sé, sé que le haré daño, sé que me odiará, pensará que me rebajé y que no valgo nada como mujer pero prefiero verlo sufrir antes que morir.
-Tiene que haber otra solución .-negó maldiciendose y farfullando cosas en un idioma que no entendí.
-Daril, no la hay llevo días pensándolo. No hay nada más que podamos hacer sin pruebas. ¡¡Y nada va a detenerme!! Perderé a Matt... -mis lágrimas comenzaron a caer incontroladamente -.No puedo perderte a tí tambien.
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Daril me tomó en sus brazos,sentirlo cerca de nuevo hacía que aún me sintiera peor. Había tomado la decisión más difícil de mi vida. Tendría que aprender a dejar morir a mi corazón y a convertirme en alguien que no era, pero era lo que quería, necesitaba salvar a Matt, no podía permitir que le pasara algo, sabiendo que yo podía evitarlo.
-No vas a perderme, seré tu punto de apoyo si me dejas. Sé que no soy Matt, pero necesitaras a alguien a tu lado que sepa la verdad de lo que estás haciendo, porque si vas a hacerles creer a todos que eliges a Eric...vas a quedarte muy sola.
-Lo sé, por eso te necesito. Sé que soy una egoista, que no debería pedirte esto pero...
-Es un precio pequeño, comparado con el que vas a pagar tú.
Estaba decidido, costara lo que costara iba a hacer que Eric olvidara completamente a Matt aunque para ello mi vida se fuera a convertir en un infierno. No esperaría a que él saliera de la clínica, debía hacer algo antes para que todo sonara creíble. Eric debía pensar que me había distanciado de Matt y quizás así pudiera creerse que yo podría sentir algo por él...no iba a ser fácil, pero tenía que intentarlo.
Asi que empecé por el camino más fácil, volví a ir a nadar de nuevo. Sabía que para ir desde los vestuarios a la piscina había que pasar por delante del despacho y esperaba encontrar a Eric allí.
Miré a través de los critales y lo ví, me paré frente e hice como si escribiera en mi teléfono, tan solo quería que me viera y lo hizo, sentía su mirada clavarse en mí. No podía pasar del odio a ser agradable de golpe o sé que sospecharía, pero podía intentar hacerme la desvalida. Asi que hice eso exactamente, sabía que debía jugar con la baza de hacer sentirle que podía protegerme. Distraida me tropecé y me dejé caer. En cuestión de segundos la puerta del despacho se abrió.
- ¡Aria! -se agachó delante de mí tendiendome la mano -. ¿Estás bien?
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-No. -no tomé su mano para que no pareciera tan fácil -. Creo que me he torcido el tobillo -intenté ponerme de pie, con cara d dolor.
-Espera, no deberías apoyarlo sin saber que tienes. -Intentó agarrarme por la cintura pero instintivamente me retiré -.No seas terca, solo quiero ayudarte. Puedes odiarme lo que quieras después.
Me dejé coger por Eric, quien me tomó en brazos hasta el coche y me llevó al hospital. Estuvimos un rato esperando en la sala era algo violento, él me miraba y yo no sabía como disimular, asi que me limitaba mirar el suelo disimuladamente.
-Srta. Evans venga por aquí. -Estaba sentada en una silla de ruedas asi que me fue fácil llegar donde estaba el Dr. que miraba mis Rx. Era más que evidente que no tenía nada, pero por precaución me vendaron el pie y me mandaron guardar reposo. Al salir, ví que Eric hablaba por teléfono y oí parte de la conversación antes de que se percatara de que estaba detrás suya.
-Aria, ¿todo bien?
-Si, no es nada, solo un pequeño esguince en unos días todo volverá a la normalidad.
Me llevó hasta mi apartamento y por primera vez le dí una tímida sonrisa, me quedé mirándolo fíjamente y sus ojos brillaron. Sonreí interiormente al contemplar que mi esfuerzo parecía estar surgiendo efecto.
-Gracias por traerme, no hacía falta que tomaras tantas molestias.
- No es ninguna molestia. -me ayudó a llegar hasta la puerta y se quedó mirándome -. Aria, sabes, ¿sabes donde está Matt?
-No. -agachó la cabeza para hacerle ver que algo no iba bien -.La verdad es que...no sé dónde está. Llamo a su teléfono pero no he recibido llamadas suyas.
-Pensé que estábamos bien. -intenté disimular su alegría.
Me quedé mirándolo y negué, no hacía falta ser buena actriz simplemente debía dejar salir mi rabia interior y las lágrimas saldrían solas.
-Lo siento, debo entrar no quiero hablar de esto. -Abrí la puerta y me despedí.
Una vez dentro mis lágrimas salieron descontroladas. Cogí mi teléfono y mandé un mensaje a Daril.
He dado el primer paso, creo que ha salido bien. Me siento horrible pero merecerá la pena. Mañana seguiré tu consejo. ¿Podría verte por la noche? Un beso.Aria.
Me tumbé en la cama y esperé el mensaje, pero acabé quedándome dormida. A media noche desperté empapada las pesadillas no me dejaban dormir. Tenía que autoconvencerme de que todo saldría bien y que era por una buena causa pero aún así no podía dejar de sentirme asqueada conmigo misma. Tomé un marco donde estaba la foto que me hice con Matt en la boda de Gabriel.
