Como Si Te Conociera ©

Cap. 29 : Destruyendo el futuro.

Matt retiró la cinta de mis ojos. Y lo vi sonreír de lado.

—Estamos en paz.

Sonreí negando, mientras adaptaba mi visión a la luz. Sonreí y mordí mi labio inferior.

—Eres...

Matt me miro levantando una ceja y negando.

—Solo me puse a tu nivel.

Me quedé mirándolo fijamente mientras se vestía no podía apartar mi vista de él, estaba como hipnotizada, aún no podía creerme que lo nuestro pareciera real.

Terminé de vestirme y salimos fuera.

—Necesito una copa. —dije sedienta.

—Iré a por ellas.

La noche seguía avanzando, las copas ya comenzaron a hacerme efecto hacía bastante tiempo, pero aun así quería seguir disfrutando de la fiesta un poco más.

Me encanta bailar así que me dejé llevar, cerré mis ojos para sentir el ritmo y sentí que me besaba por detrás en medio de la pista, nunca hasta ahora había demostrado nada en público pero dado el estado de embriaguez de la mayoría no me importaba...además no estaba en condiciones de negarme a nada después de lo que había pasado en esa habitación.

Tiró de mi hacia un lugar más apartado y me dejé llevar dándole la espalda, sus besos no eran como los de antes...estos eran más bruscos como desesperados, ladeé la cabeza, suspirando excitada, a la espera de su próximo movimiento.

La bebida hacía que mantener mis piernas firmes fuera más complicado de lo normal.

La Aria de unos meses atrás había desaparecido, no me reconocía a mí misma, seguir los consejos de Lisa me habían convertido en alguien desinhibida y podría decir que casi adicta a tener un hombre en mi vida.

De repente alguien tiró bruscamente del hacia atrás y al mirar vi a Matt y a Eric.

—Te dije que no la tocaras. —dijo Matt golpeándolo.

Me quedé en estado de shock era Eric el que me estaba tocando y yo lo había permitido. La sonrisa de su cara era diabólica y Matt estaba lleno de rabia, salí corriendo lo más deprisa que pude hacia la calle, necesitaba tomar aire, las náuseas y el nudo en la garganta que provocaba en mí ese recuerdo no me dejaban respirar.

Necesitaba ir a casa así que tomé un taxi.

Llegué casa con terror, es lo que ese tipo causaba en mí.

Me miré al espejo y recordé sus besos, como pude dejar que me tocara.

Arranqué mi ropa, tomé una ducha... restregaba la esponja tan fuerte por mi piel que acabé haciéndome daño,
quería deshacerme de esa sensación que había dejado en mí, pero su olor no se iba por más que lo intentaba.

Mi teléfono sonaba sin parar pero no me apetecía hablar con nadie, solamente lo dejé sonar una y otra vez.Llegó un mensaje:

Lo siento, no debí apartarme de tí sabiendo que merodeaba por allí.
Perdóname.
Te quiero Matt.

No respondí, simplemente seguí acurrucada en mi cama abrazada a la almohada, maldiciéndome a mí misma por permitir algo así, debía poner freno inmediatamente, no quería descontrolarme más de lo que ya lo había hecho, necesitaba poner en orden mis prioridades...mi cabeza daba vueltas hasta que por fin conseguí dormir.

Al levantarme medio adormilada y con un dolor de cabeza terrible vi una nota debajo de mi puerta.

Llámame por favor.
Matt.

Abrí la puerta y allí estaba sentado, apoyado en la pared dormido.

Me agaché y toqué su rostro.

—Princesa. —me abrazó.

—Perdóname, debí darme cuenta que no eras tú.

—No, la culpa es mía debí enfrentarme a él mucho antes, pero te juro que nunca pensé que se atrevería a tocarte. —cerró los puños de rabia.

—Cuéntame que pasa Matt, creo que merezco saberlo.

—Sí, claro que sí.

Me senté junto a Matt dispuesta a escuchar todo lo que tenía que decir parecía que al fin iba a conocer al verdadero Matt.

— ¿Por qué no llamaste a la puerta en vez de esperar fuera?

—Pensé que no querías verme. —agachó la cabeza.

—No es culpa tuya, yo debí estar menos bebida.

—No, no lo es yo sabía cómo te miraba y no hice nada.

—Matt. —dije con tristeza, toqué su mano, estaba helada. —.Traeré algo caliente.

Fui a la cocina, preparé un chocolate caliente y cogí una manta.

—Estoy lista. —dije sentándome de nuevo a su lado y tapándolo con la manta.