Diez Años de Dolor y Placer

Parte 1: Vida Robada

Una fiesta, un momento de locura, ¿que tal tomarse una foto mostrando los senos?. Eso fue lo que que penso Valeria, la hija de Jasmine

(Jasmine) - Crees que esto es bonito, sexy o divertido?

(Valeria) - No tienes derecho a reclamarme, acaso crees? que no conozco acerca de tus..... peliculas, con todos esos hombres.

(Jasmine) - No es lo que tu crees

(Valeria) - No tienes derecho a decirme que hacer con mi vida, solo sigo los pasos de mi madre, ¡eh!. Ademas me mentiste acerca de ti, de mi padre y sobre quien eres en realidad. ¿Como crees que me senti cuando los amigos del colegio, se burlaban de mi, viendo TUS peliculas?

(Jasmine) - Toma asiento, es tiempo que sepas la verdad. Después de esta charla, podrás hacer lo que quieras, sin embargo debes cumplir con una condición, quiero toda tu atención, porque solo contare esto una sola vez:

PARTE 1: Vida robada

Aun recuerdo con nostalgia cuando yo tenía un trabajo importante, con oficina propia, un coche del año, un pequeño apartamento en la ciudad, cuenta bancaria con tarjeta de credito, pero sobre todo y mas importante, una buena relación con mis padres y amigos; lo unico que no extraño, es al inutil de mi novio de ese entonces, con quien ya estaba comprometida a casarme, el hijo del gerente general de Grupo Wak, la empresa donde yo trabajaba.

Como vez, mi vida era acomodada, pero sobre todo feliz, sin embargo esa felicidad llego a su fin, gracias al estúpido de mi novio, quien tuvo la gran idea de hacer nuestras vacaciones en el extrangero, "a un gran pais" segun sus palabras. Sin embargo el no me llevo de vacaciones, me llevo a una de las misiones turbias de la empresa de su padre, lavando dinero del narcotrafico. Eso es lo que dijo el fiscal cuando nos procesaban, despues de muchas horas sin comer ni beber, en una jefatura de policia, despues de haber sido arrestados, en el restaurante donde él se me estaba declarando para el matrimonio.

Pensé que me soltarían, pues no había pruebas contundentes en contra de mí, y lo peor, como si yo no tuviera problemas, estaba sumamente preocupada por mi novio. Sin embargo el inútil del abogado que mi familia pago, no logro evitar que me llevaran a juicio, donde el juez, mirándome de forma despectiva, me sentenció a 30 años de prisión por lavado del narcotráfico. En ese momento la preocupación por mi novio desapareció y se convirtió en un sentimiento de miedo aderezado con impotencia, sentir que vas a ser devorada en vida y que no puedes hacer nada al respecto, solo quedarte ahí de pie, paralizada frente al estrado, mientras sientes como si una espada atravesara tu pecho, sentí que me estaba muriendo en vida. No sé quien se desmayo primero, mi madre o yo, solo sé que al despertar, ya iba en la parte posterior de una patrulla, rumbo a una cárcel que tenía el nombre de una corporación privada en la puerta.

Una vez dentro, ya no eres una persona, eres solo un saco de carne, a quien despojaron de mis ropas tipo ejecutiva, me obligaron a mojarme bajo una regadera de agua fría, frente a la vista de guardias masculinos. Luego de vestir un feo overol naranja, te hacen desfilar frente a todas esas celdas, donde las mujeres ahi presentes, animales más grandes que yo, me gritában improperios; en ese momento supe que mi vida en al cárcel, sería un infierno.