Sospechas:

543 49 29
                                    

Cuando su profesor de pociones le dio la nueva noticia, el profesor Dumbledore, por primera vez en su vida, no le creyó. El noble anciano que siempre creía que el amor atravesaba cuanta barrera le saliera en su camino, esta vez rió con la noticia. Porque simplemente, tratándose de Voldemort, era tan inverosímil que pensó que Snape le estaba gastando una broma.

Entonces el director se sentó en una silla y comenzó a reír, sin poder parar. Luego se quitó su sombrero de dormir para secarse las lágrimas que habían aparecido en sus claros ojos. El profesor Snape por su parte se quedó perplejo ante la actitud del anciano. No rió con él sino que su expresión se tornó dura, seria, de incredulidad. Dumbledore lo notó y su sonrisa vaciló un poco hasta extinguirse definitivamente.

_ No sé de qué ríe..._ dijo con frialdad el profesor Snape.

_ Es que... ¡¿No es una broma, Severus?!_ dijo Dumbledore, su expresión seguía siendo de incredulidad.

_ ¡Por supuesto que no!_ dijo el profesor Snape_. ¡Le estoy diciendo la verdad!

_ Espera un momento... entonces... creo que escuché mal_ dijo Dumbledore poniéndose serio.

_ No escuchó mal. Yo tampoco lo creería si alguien me lo hubiera dicho, pero lo he visto, he observado su comportamiento y estoy seguro de lo que le digo_ se explicó el profesor.

Dumbledore lo miró con los ojos como platos, se levantó y comenzó a caminar de un lado a otro. ¡No podía creerlo!

_ Pero... pero... entonces... ¿de quién está enamorado?_ dijo el profesor Dumbledore. Por un momento pensó en Bellatrix Lestrange, en el pasado habían llegado a él rumores de un amorío entre ellos pero nunca pudo comprobarlos.

_ De Ania_ dijo el profesor con profundo disgusto.

Entonces Dumbledore, que se esperaba cualquier respuesta menos esa, se quedó estupefacto. Por un momento no pudo articular ni una palabra.

_ No puede ser, Severus. Ania no tiene magia, va en contra de todas sus ideas... y valores_ dijo Dumbledore que empezó a creer que su profesor se equivocaba.

_ Lo sé... yo tampoco lo creí en un principio pero estará de acuerdo conmigo cuando sepa de los detalles de la entrevista que acabo de tener con él_ replicó ell profesor Snape.

Dumbledore entonces se quedó callado mientras que el profesor Snape le hablaba de cada una de las palabras pronunciadas por Lord Voldemort, de su comportamiento, y al fin de sus extrañas órdenes.

_ Para lo único que me llamó esta noche, a esta hora tan inusual, fue para ordenarme que averiguara cosas sobre ella. ¡Y hasta me pidió que le consiguiera una fotografía!_ concluyó el profesor Snape cuando en el horizonte comenzaba a amanecer.

_ ¡Por Merlín! Creo que... tienes razón... jamás imaginé que él podría..._ balbuceó Dumbledore.

_ No sé qué voy a hacer..._ suspiró Snape mientras se sentaba. Colocó los codos en las piernas y apoyó su cabeza en las manos. Su cabello ocultó la expresión de derrota y preocupación que lo embargaba.

_ Esto lo complica todo_ fue el comentario de Dumbledore.

El hecho de que Voldemort estuviera enamorado ya no le daba gracia. No se imaginaba lo que era capaz de hacer este hombre por conseguir algo muy anhelado y terriblemente deseado. El peligro que corría Ania se incrementó con este acontecimiento. Hubo un largo silencio en el cual los dos hombres se sumergieron en sus pensamientos.

_ Creo que deberíamos dormir un poco_ dijo entonces el director al darse cuenta que ya aclaraba en el horizonte.

El profesor Snape entonces se levantó y sin discutir se dirigió hacia la puerta del despacho. Necesitaba dormir al menos unas horas para poder pensar mejor en cómo debería actuar desde ahora. Al verlo abrir la puerta el anciano recordó algo... Snape también estaba enamorado de Ania.

El alma perdidaजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें