Capítulo 59:

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Apoye las palmas contra la fría madera del suelo y me incorpore lentamente. Cuando mis ojos se abrieron, encontré unos ojos celestes, no unos verdes como esperaba. Parecían alarmados.  Niall estaba arrodillado a mi lado, inclinado hacia adelante para poder verme. Deslice mis rodillas hacia arriba, colocándome en cuatro patas. Un gemido salió de mi garganta cuando mis rodillas hicieron presión contra el suelo. Me gire, sentándome.

-¿Te encuentras bien, pequeña?-susurro. Caí en la cuenta de lo cerca que se encontraba cuando sentí su aliento acariciar mi rostro.

-Deja de llamarla así-gruño alguien atrás de Niall. El rubio ni se inmuto. Asentí y comencé a moverme para poder colocarme de pie, sus manos saltaron rápidamente para ayudarme. Cuando estuve de nuevo sola en mis pies sobre el suelo repare en los otros dos individuos. Harry estaba justo atrás de Niall con las manos en puños a sus costados, y Tara estaba junto a él apoyada contra la pared, con una expresión burlona pegada al rostro.

-¿Seguro estas bien?-llamó mi atención Niall. Una sonrisa curvaba sus labios hacia arriba, pero no era una burlona-Te caíste bastante fuerte, pequeña-.

Siempre he odiado que me digan pequeña o niña, o incluso Ellie…cualquier cosa por el estilo. Pero la molestia nunca apareció cuando me Niall me llamó así. Sonaba lindo con su voz. Una risa tímida salió de mi pecho.

-Estoy bien-murmure. La sangre fue rápida hacia mi rostro cuando repare en el vergonzoso espectáculo que había dado. Froté nerviosa mis manos contra mis pantalones de mezclilla… la tela era un poco más blanda y suave de lo que la mezclilla normalmente era...

Baje la mirada de golpe hacia mi cuerpo. Mierda, llevo la ropa de Harry. No hay manera de que esto pueda ser más embarazoso. Busque con la mirada a Harry, pidiendo ayuda, pero el no capto mi mirada. Sus ojos estaban clavados sobre mi hombro, entonces fui consciente de la mano Niall sobre él. De pronto, Tara se incorporó y se acercó a mí, inclinándose para mirarme a los ojos.

-¿Olvidaste tu piyama en casa, pequeña?-dijo con un filo venenoso en la voz, escupiendo la última palabra con burla-¿Y tuviste que pedirle uno al tío Harry?-.

A pesar de las toneladas de palabras no muy lindas que quería lanzarle, lo único que hice fue retroceder un paso, abrazando mis brazos contra mí pecho defensivamente. Niall dejó caer la mano que estaba sobre mi hombro y se giró hacia Tara, lanzándole una mirada asesina. Espere que Harry dijera alguna cosa, pero nuevamente me sorprendí cuando no fue él el que habló.

-¿Podrías dejar de ser una perra sólo una hora de tu vida y dejar al mundo en paz?-farfullo Niall con los dientes apretados. En lugar de parecer insultada como pensé que haría, Tara soltó una carcajada.

-No-soltó. Se giró y camino hacia la sala. La boca de Niall se abrió, pero antes de que pudiera decir lo que sea que fuera a decir, Harry apareció a su lado. Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho, su mandíbula apretada, y una de sus cejas alzada. Niall lo miró con una sonrisa divertida en los labios. Harry le indico la sala con un seco gesto de su barbilla. Niall sacudió la cabeza riendo, pero de todas formas se giró y fue por el mismo camino de Tara.

Harry lo siguió con la mirada hasta que se adentró en la sala, luego se volteó hacia mí con el ceño fruncido. Aún estaba molesto.

-¿Estas bien?-dijo con una voz seca. Asentí lentamente. Él inclinó su rostro solo una vez, en un duro asentimiento, y después camino hacia la sala también. Yo me quede ahí, sin saber si también debía ir. Finalmente decidí que no, después de todo son sus amigos no los míos.

-¡Eh! ¿No vienes pequeña?-exclamo alguien cuando comenzaba a caminar hacia la habitación.  Me voltee para encontrar a Niall asomado al pasillo.

Shades (Harry Styles's Fanfiction)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora