VI

250 44 3
                                    

Mis manos estaban sudorosas y mis piernas temblaban aun cuando estaba sentado, estaba seguro de que tendría problemas cuando bajara del auto después.

Era como si durante la última semana hubiera estado en "piloto automático", sin verdadera conciencia de mis actos, viendo todo desde lejos y de un momento a otro ¡pum! Me encuentro sentado en el pequeño auto de Gerard con destino a su departamento, es viernes por la tarde, acabamos de salir de clases y he logrado armar una excusa para Thomas explicando el porqué estaré ausente las próximas horas.

Apenas soy capaz de digerir todo lo que realmente está pasando, yo... no puedo ni pensarlo... yo me ofrecí a posar desnudo ante Gerard, mi profesor. ¿En que diablos estaba pensando? Debieron ser las hormonas dentro de mi, las mismas que ahora me hacen tener nauseas y ganas de lanzarme del auto en movimiento.

— Gerard.– Murmuro su nombre, trató de tomar aire, siento que me voy a desmayar.

— ¿Si?– Él tampoco parece querer hablar mucho, parece que su mente está en otro lado también, no se si por lo extraña de la situación o por alguna otra cosa.

— Debes... debes saber algo.– Levanta una ceja expectante sin quitar la vista de la carretera.– Yo no soy perfecto.– Logro articular y él parece más confundido ahora que antes.

— ¿A qué te refieres?

— Habló de mi... de mi cuerpo.– Digo esto último desviando la mirada de su rostro, odio sentirme frágil pero no puedo evitarlo.

— No me imp...

— No soy como tus modelos de cuerpos perfectos,– Le interrumpo, la verdad no quiero escuchar ni una palabra salir de su boca.– Y cuando te des cuenta solo pido que no digas nada.

— Frank...

— ¿Lo prometes?– Hay un silencio incómodo entre nosotros durante un tiempo hasta que finalmente Gerard asiente de manera afirmativa a mi pedido, que más bien era una súplica.

Nada más es dicho hasta llegar a su departamento, al cual entro con miedo, si, miedo... miedo a saber que es lo que va a pasar. Por alguna razón su departamento parece más aseado desde la última vez, tal vez lo limpió recordando nuestra sesión de hoy, o solo es imaginación mía.

— Puedes ir al baño mientras yo...– Me señala la puerta que lleva a su baño mientras entramos a la habitación.

— Me quitaré la ropa aquí, si no te molesta.– Le digo y él me mira perplejo asintiendo ligeramente. No se de donde sale esta valentía repentina; creo que la única razón es que si entro a su baño sé que difícilmente podré salir debido a todos los pensamientos que me agobian.

Trago en seco y empiezo a desvestirme en medio de su habitación mientras él arregla el caballete y sus pinceles; para cuando he terminado él se sienta sobre un sillón color naranja que está a un lado de la cama yo solo me quedo ahí parado esperando captar su mirada.

Puedo notar en su agitada respiración que está tan nervioso como yo... me pregunto si se pone igual de tenso cuando pinta a alguna de sus modelos femeninas.

— Puedes acostarte.– Me dice evitando el contacto visual pero yo solo me quedo petrificado como una estatua.— ¿Frank?– Entonces levanta la mirada del lienzo y cuando sus ojos se posan en mi cuerpo su mandíbula cae ligeramente mientras sus ojos se abren con horror.

Heavy Dirty Soul |Frerard|Where stories live. Discover now