Capítulo 3: ¿Tienes un minuto?

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Caminábamos por el pasillo principal de la residencia. Yo sostenía un plano del campus de la UHIF para que los demás estudiantes no tengan la oportunidad de ver mi grano.

―¿Si me choco con alguien en el pasillo como en las novelas y se enamora de mi grano y no de mí? ―bromeo.

―El grano tendría un cliché ―dice divertida.

―Mi grano se va a enamorar de un vampiro.

―Tu grano será nerd y conocerá al mariscal de campo ―suelta entre risas.

―Los chicos apostarán por conquistar a mi grano ―digo riendo como ella―. También tendrá su historia de amor y morirá al final.

―Mi grano se irá a vivir a una hermandad de chicos ―Vuelvo a acotar.

―Tu grano se enamorará de... Oh, ¡Austin! ―exclama con verdadera emoción.

―Ay, ni loca dejo que mi grano se enamore de Austin ―mascullo.

Mi amiga ríe y se tira a los brazos de su novio. Luego él le responde con un beso y yo me quedo en el típico modo no-saber-qué-hacer-cuando-se-besan-frente-tuyo. Qué situación más de tercera rueda la mía, pero pese a esto los quiero.

―Hola, humano en compacto ―Le dice Austin al cortar el beso y después se vuelve a mí―. Oh, por Dios, ¿qué es eso que tienes ahí? ¡Es enorme!

―¿Tan así? ―Llorisqueo y vuelvo a tapar mi cara con el plano del campus―. Voy a estar en mi habitación. Chau, volveré a clases algún día. Agnus, te encargarás de tomar apuntes por mí.

―Sí, te recomiendo que te quedes en tu... ¡Auch! ―Él se detiene al momento en que oigo que Agnus lo golpea.

―¡No pienses en tu grano! ―alega Agnus.

―Voy a ir a clases, pero voy hacer dos agujeritos en esta cosa para ver ―suelto con el plano intacto en mi rostro.

Ambos se ríen y yo no le encuentro la gracia a todo esto.

―No los banco, qué giles son.

―No los banco, qué giles son

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―Amor no correspondido ―habló el señor Cabrera, profesor de introducción creativa. Por lo que sé, esa materia sirve para descargar la presión que generan las demás asignaturas. Es tan necesaria e innecesaria a la vez. Acá realmente podés escribir sintiéndote libre y te ayuda en lo que las otras no lo hacen: en escribir―. ¿Quién no lo sintió una vez? Es un real tormento. Sin embargo, es una de las fuentes de inspiración más grandes que existen por hoy y que existieron a lo largo de la historia. Y ustedes son especiales; algunas personas lloran, entristecen y demás cosas al no ser correspondidos, pero ustedes escriben. La literatura es un método de gran influencia en los lectores y eso mismo quiero que generen en mí.

―¿Amor no correspondido? ―Me susurra Agnus―. El hombre quiere que entremos en depresión.

―Tenés novio y yo un grano, eso sí es depresivo ―Le respondo riendo.

Los versos de CieloWhere stories live. Discover now