Hay veces que Cielo Rojas se pregunta por qué no escribió Orgullo y Prejuicio, pero la respuesta es clara: ella no es Jane Austen, no nació en Inglaterra y no considera que tiene un talento de tal magnitud. Sin embargo no puede evitar rodearse de Li...
#MomentoSpamImportante: En mis obras subí "Lo que sé de tu orgullo", una adaptación de Orgullo y prejuicio que actualizaré en estos días y es HERMOSA.
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Todo desde la distancia te cansa, te agota, te desbarata.
La distancia no sirve, no sirven mis sentimientos si no te alcanzan.
Nos sirven mis manos al escribir ni mis versos si no te hallan.
"Corazones desbordados", fragmento de Cielo Rojas.
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―¡Ay, no puede ser! ―Sollozo mirándome en el espejo de mi habitación―. Mirame, Agnus, esto es gigante.
―No es que sea gigante, diría exactamente que tiene potencial ―respondió mi amiga y compañera de habitación.
―¿Cómo qué mi grano tiene potencial? ¡Eso es peor! ―Chillo mientras golpeo mi cabeza contra el espejo―. La Cordillera de los Andes se quedó sin una montaña ¡y está en mi cara! Esto no puede pasarme en mi primer día de clases.
―¿Qué te sucedió el año pasado? ―preguntó ella.
―Tuve mi periodo. Andrés, el que viene una vez al mes.
―¿El anterior a ese?
―No usaba lentes de contacto y mis anteojos se perdieron. Terminé dándole una palmada al traste de la directora pensando que era una amiga.
Agnus soltó una gran risotada.
―¿Cómo hago para taparme esta cosa?
―Veamos qué puedo hacer ―Se acercó a mí con su estuche repleto de maquillajes.
Después de todo pudimos ocultarlo un poco, solo un poco. Tenía mucha emoción por mi primer día, y a su vez, estaba algo asustada y nerviosa. No olvidaba que debía enfrentarme a Kéven todos los días de ahora en más, pero como me propuse a que no me sea un estorbo, me limité a hablarlo con Agnus y ella supo entenderme y no volver a tocar el tema "Kéven Rousseau", que debía convertirse en tabú y hacer que lo olvidara por completo.
