Chapter XXXI: Die.

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Venia apoyada en ella, tras la tremenda golpiza a la que su cuerpo se vio sometido, incluso caminar le resultaba molesto. Y ella como buena novia se ofreció a ser su apoyo.

Uno de sus brazos venia por encima de los hombros de la rubia, y caminaban juntos hasta la aquella trampa.

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Kuro sostenía el aparato, y sonreía mientras continuaba mirando a la pareja Uchiha-Hyuga.

¿Quién habría dicho que sería tan fácil? Ahora solo restaba esperar a que llegaran los dos rubios, y las cosas terminarían. Sin embargo, había algo que no le agradaba, y eso mismo era que la pareja delante de él no se mostraba asustada. Ambos se mostraban muy enfadados, pero de igual forma se percibía el coraje de ambos, como si su presencia no les causara ese excitante y placentero miedo que a él le encantaba ver de sus víctimas.

¿Quiénes se creían? Frunció el entrecejo, suspirando. Apenas llegaran los otros dos, les mostraría por qué todo el mundo le tenía miedo.

Y en menos de lo que termino de pensar aquello, ambos hicieron su aparición por el marco de la puerta.

-Oh~ Mira nada más como te ha dejado Obito—Sonrió con sorna apenas los ojos azules del Uzumaki le miraran.

Sasuke se giró a verlo al igual que Hinata, quien se llevó dos manos a la boca, evitando dejar escapar un grito pequeño de espanto al verle llegar en esas condiciones. Incluso Sasuke se preocupó por la condición en la que llegaba su amigo.

-Tú lucirás peor cuando terminemos contigo, bastardo—Escupió Naruto bastante encabronado.

-¿De verdad?—Mantuvo aquella sonrisa.—Bueno... ya que todos estamos aquí, creo que no será necesario que siga con la llamada—Sin más, presiono un botón y la llamada se cortó.—Primero que nada, ángel mío, ven aquí conmigo, por favor—Pidió amablemente, y con una sonrisa que había cambiado drásticamente. Incluso tendió su mano hacia ella.

Naruto le sujeto con fuerza la muñeca, a su vez que Naemi negaba.

-No... no quiero ir contigo—Acompaño su negación con palabras.

Y claramente esa respuesta no le hizo feliz al albino. La sonrisa se borró, y su semblante cambio.

-¿Por qué?—Dijo. Su voz había dejado atrás ese atisbo dulce que uso antes para llamarle, dejando ahora una voz más grave y fuerte. — ¿Por qué quieres seguir con ese bastardo? ¿Es que acaso debí violarte para que me amaras como a él?—

Hubo silenció.

-No lo entiendo... realmente no lo hago—Llevo una mano a su frente. —Ambas son unas putas... tanto tú como la Hyuga. Toneri y yo les estamos dando la oportunidad de una vida perfecta... y... ¿prefieren quedarse al lado de estos imbéciles? ¿Qué tan mal van de la cabeza?—Su mirada se afilaba sobre ellas.

-¿Tu que sabes de amor?—dijo Naemi.

-Más que tú, claramente—Respondió con rapidez el albino.

-N-No es verdad—Dijo ahora Hinata. —S-Si supieras que es el amor... no preguntarías esas cosas—

-¿Y supongo que dos putas violadas como ustedes si lo conocen?—Siseo. —Solo son dos putas más... A ti Naemi tu Papi no te quería, creo que debo entender porque estas al lado de un hombre así... buscas el amor de tu Padre en él,... ¿y tú Hyuga? ¿Qué excusa vas a poner?—

Y de nueva cuenta hubo silencio.

-Ah... creo que sé que excusa vas a poner—Sonrió forzosamente. —Tu vida era tan perfecta que necesitabas algo como Sasuke... algo diferente... aun sin importar que te violara y te violara, ¿Cuántas veces lo hiciste Sasuke? ¿Cuántas veces violaste a tu putita?—

Unhealing PersonWhere stories live. Discover now