Unhealing Person

Chapter XIX: Ladrón roba Ladrón

Con el tiempo que paso, las cosas se lograron normalizar y el Jefe de Policía, Nagato, había logrado mantener el control de su ciudad. Los ciudadanos podrían recorrer las calles tranquilamente sin miedos.

Pero aunque su Jefe de policía pudo mantener el control y llevar a Konoha a una zona segura, él sabía que eso solo era la calma antes de la tormenta. No era un hecho, era más bien algo así como una corazonada.

Mantenía sus manos apoyadas bajo su mentón, mirando su renovada oficina tras el incidente de hacía meses. Paredes nuevas, muebles, ventanas y equipo nuevo, todo financiado por el gobierno para que mantuviera la ciudad segura y evitar otro incidente como el del puerto.

Su mirada se perdió mirando por la ventana que le dividía del resto de sus colegas oficiales, a quienes miraba trabajar arduamente. Algunos se veían tan jóvenes, otros ya maduros y algunos que ya estaban por pensar en jubilarse.

"Cuando era joven... su Familia y él se mudaron a Konoha. Donde vivió una vida plena y llena de alegría.

Hasta que conoció a cierto joven de cabellos naranjas. Yahiko... uno de sus mejores amigos. Un chico que creció en las peligrosas calles de Konoha, robando y asaltando. ¿Cómo fue que se conocieron?

Un robo fallido por parte de Yahiko fue la unión de su amistad,-robo que consistía en asaltar al pelirrojo saliendo de su casa, mismo que fue fallido por los Padres del pelirrojo-, Nagato evito que sus Padres llamaran a la policía, diciendo que Yahiko era un niño que conocía con el que bromeaba muy pesadamente. Cosa que no fue bien vista por ellos... pero al menos así le basto para que le dejaran empezó.

Yahiko ofreció su amistad a ese niño que salvo su pellejo con la intensión de devolverle ese favor, esperando pagarlo algún día.

Con el tiempo, su amistad se fue fortaleciendo, creando un vínculo maravilloso entre ambos. Nagato comenzó por ser una buena influencia en Yahiko, a quien ayudaba como le era posible para alejarlo de la vida de las calles a la que estaba tan bien arraigado. Una de las formas en las que le ayudaba era diciéndole que aun debía luchar por mantener a su Madre, una mujer que sufría demasiado en el hospital a causa de una enfermedad muy peligrosa. Cáncer.

Su relación continúo su curso hasta que conocieron a Konan, la nueva vecina de Nagato. Misma chica que cautivo ambos corazones. La amistad con ella fue maravillosa de igual forma, pero la vida siempre daba muchas vueltas y como todo origen, este creo el abismo en Yahiko.

Yahiko perdió a su única familia que era su Madre, y sin nada por lo que luchar, se abandonó al abismo del crimen. Mientras que Nagato y Konan continuaban con una vida honesta, lo más alejado del crimen.

Aquello rompió la amistad entre los tres, y un día así como así, Yahiko desapareció. O eso pensaba Nagato y Konan al ya no saber nada más de su amigo.

Nagato se dedicó a ser una persona de bien, y sus metas le llevaron a unirse a la academia de policía de Konoha. Konan, enamorada de él, siguió sus pasos para volverse su compañera y juntos proteger su amada ciudad de la delincuencia y el crimen.

Tras su graduación, y su primer día patrullando por las calles acompañados de otros policías más experimentados, recibieron un llamado de emergencia de una joyería que estaba siendo robada a media noche. Con la adrenalina bombeando a cada segundo sus corazones, no pudieron prepararse para lo que verían a continuación.

Un grupo, conformado por hombres en trajes completamente negros, máscaras y armas potencialmente peligrosas, fueron sus rivales esa noche. Donde por primera vez fueron testigos de la muerte y de lo que los "chicos malos" eran capaces.