Chapter II: Acción

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Extrañamente el jueves se había hecho presente lentamente, a pesar de que fuera la primer semana y no dejaran tanto trabajo, Hinata se solía sentir sofocada a cada hora que pasaba en el salón. Puede que hubiese cambiado un poco en todo ese tiempo, dejando de lado su timidez en algunas veces, o afrontando sus problemas ella sola, pero, aquella pesada mirada que le dedicaban desde los asientos traseros era demasiado para ella.

Lo peor era que no sabía quién era la persona que le dedicaba esa mirada...

Ese jueves había llegado temprano a la Universidad, durante sus estudios, siempre dejaba dos días que ella sola se iba y regresa a casa, justamente aquel día era uno en que se había ido sola, por dicha razón llego mas temprano que nadie, al entrar a su salón, solo estaba él... ese muchacho de ojos y cabellos negros como petróleo. Sasuke estaba en su lugar, con su móvil en manos, haciendo a saber dios que cosas.

Hinata entro completamente al salón, y ambos se miraron rápidamente, la Hyuga desvió rápido su mirada hacia otro lugar que no fueran esos ojos oscuros y atemorizantes.

Una vez en su lugar, sintió aquella presión contra su espalda, aquella penetrante y pesada mirada. Aunque el miedo gobernó por un momento su cuerpo, al menos ahora sabia quién era la persona que le causaba esa ansiedad.

Trato de mantener la calma y soportar aquella mirada como siempre, pero, a medida que pasaban los minutos la mirada se volvía más y más insoportable. A tal grado que agoto su paciencia. Tomo valor, poniéndose de pie y girando hacia el propietario de aquella mirada.

Al verlo, sintió una punzada extraña en su pecho, esa sonrisa de superioridad, esa mirada tan galante y el destello de sus ojos que impulsaban a los deseos mas bajos del ser humano.

Camino hasta quedar delante de él, quien se puso de pie al ver que ella se acercaba. Una vez ambos de pie y frente a frente, Hinata hablo.

-¿Q-Que es lo que qui-quieres de m-mi?-tartamudeo a causa de no haber juntado el valor suficiente, pero con aquella mirada y su forma de verla no le dejaban nada fácil.

Sin embargo Sasuke no respondió, solo siguió mirándola de esa forma, sin que su sonrisa se llegase a borrar.

-¡N-No voy a re-repetírtelo!- su voz sonó tan temblorosa que temió por un instante quedarse sin ella a causa ya no solo de la ansiedad, sino de ese extraño sentimiento que le indicaba o mas bien, le gritaba que saliera corriendo. El aura de ese muchacho era tan pesada y oscura, que solo podía compararse con las noches de invierno.

Haciendo caso a lo que su sexto sentido le indicaba, empezó a alejarse de él, pero al momento de darle la espalda, sintió como este le sujetaba y la llevaba hasta la pared, para someterla entre la misma y su cuerpo, evitándole cualquier oportunidad de escape.

Poso sus labios sobre los de ella, en un beso demasiado exigente, demandante y claramente forzado. Trato de apartarlo, empujarlo, pero su fuerza se esfumo con solo prestarle atención a sus labios. A pesar de saber que estaba mal lo que hacían, ella no podía dejar de saborear sus labios, la forma tan experta en la que besaba y su condenada lengua que sabia bien lo que hacia, porque si, esa lengua había entrado a danzar con la suya sin que esta pudiera hacer algo por evitarlo. Ese beso se alargo tanto como sus pulmones fueron capaces de aguantar sin oxigeno, y una vez que se separaron, el moreno parecía que no haberse saciado, puesto que ya estaba atacando su cuello como si aquello fuera un encuentro entre dos amantes.

Empezó dando pequeños y castos besos a su pálida piel, besos que se volvían lamidas y sutiles mordidas. Debía apartarlo antes de que alguien los viese así.

-Tu eres lo que quiero-hablo contra su piel, con su voz ronca a causa de aquella escena que ambos tenían.

Antes si quiera reaccionar a sus palabras, él concluyo toda actividad. Se separó de ella, mirándole con aquella condenada sonrisa ladina que derretía huesos, y esa mirada que destellaba ese obsceno deseo.

Unhealing PersonOnde as histórias ganham vida. Descobre agora