—¿En serio lo crees? —vaya, parece como si recién lo estuviese analizando.

—Claro que sí. Dime qué otras señales te ha dado de su supuesto desinterés.

—A Elle siempre le compra un pastel caro cuando estamos de cumpleaños, y se lo lleva a la habitación, en cambio, a mí, me llama a la cocina y lo preparamos juntos, como si no tuviese tiempo de ello antes... Bueno, no es tan malo, a veces acabábamos jugando con harina o crema —sonrió— quedábamos muy manchados cocinando, y nos duchábamos juntos luego de finalizar.

Beyond es tan idiota en esto como su hermano... Y creo que como yo también.

—¿Te das cuenta de lo que estás diciendo? A Elle sólo le compra un costoso pastel que, por lo demás, puede comer cada día si lo desea y se lo lleva a la habitación. A ti te regala algo más importante, recuerdos, sonrisas, se preocupa de que estés feliz y te diviertas, ¿no te parece que se trata de una diferencia muy amplia?

—... Yo... —parecía contrariado, como si realmente jamás lo hubiese visto de esa forma— no lo sé... Y es que, si alguna vez fue de la forma en la que tú lo describes, ya no más... —se acurrucó entre mis piernas comenzando a presionar sus dedos nerviosamente en mi ropa. No sé cómo lo hace Beyond para manejar tantas emociones durante el día, yo ya me hubiese pegado un tiro.

—¿Por qué?

—Pues porque... Soy un imbécil, un idiota, retrasado —hizo amago de querer tirarse el cabello a montones, no obstante, antes de que adoptara por completo esa actitud, le sujeté con fuerza ambas manos.

Discutimos unos minutos a miradas, yo reprendiéndolo y el desesperándose. Cada vez que un recuerdo invadía su mente, daba la impresión de que se recriminaba. Me pregunto cuántas oportunidades habrá dejado escapar por descuido o nerviosismo, y, peor aún, imaginar lo mucho que Lían trató de estar con Beyond y que éste nunca lo haya notado.

La lluvia golpeteaba el vidrio con cierta agresividad, y al cabo de unos minutos Beyond acabó desahogándose. Me contó cientos de relatos, en uno iba a un parque junto a Elle y Lían en pleno invierno, cuando las calles se llenaban de nieve, lo que les permitía hacer muñecos con la misma (Elle sólo les observaba, siempre fue más ajeno a sus acciones) o lo mucho que se divertían al realizar la sencilla acción de pisar hojas secas en las rojizas tardes de otoño (Beyond fastidiaba a Elle haciéndole cosquillas en la nariz con pequeñas ramas caídas). O la forma tan bestial que tenían de hacer el amor en las piscinas con el calor azotándoles la espalda (él lo llamó sexo, pero es que Beyond tiende a bajarle la importancia a todo para que nadie note cuánto le duelen las cosas).

—El último detalle que tuvo conmigo fue hace unos cuatro, casi cinco meses... Había logrado ganar el concurso de deletreo en mi instituto sin dificultad, y él me esperó en casa con un ramo de rosas rojas para felicitarme por ello, sin embargo, cuando me las iba a entregar, me pongo tan rojo y nervioso, que termino burlándome de su regalo, y le digo que si me va a dar algo, que sea cuando me ubique en cuatro patas. Recuerdo la forma tan extraña en que se mordió los labios, permaneció callado una larga cantidad de tiempo, y lo único que me dijo luego de arrojar al suelo el ramo fue: "Si esto es todo lo que deseas de mí, sólo esto tendrás" y me besó. Fue la última vez que actuó distinto, después de volvió más distante, y ya había menos tiempo para mí. Jamás entendí lo que había querido decir, con aquellas palabras hasta ahora... No lo relacioné.



Ya veo...



—En mi opinión, no creo que sea tarde para expresar lo que sientes —arqueó una ceja queriendo mostrar dureza al escucharme—. Es decir, lo único que infiero es que se está reprimiendo, pues te encargaste de darle las señales equivocadas, e interpretó tu nerviosismo de mala forma.

Serás Mío (Death Note yaoi) Where stories live. Discover now