Serás Mío (Death Note yaoi)

Capítulo 16

¿Sabes qué es no poder pegar un ojo en toda la noche?, ¿sabes qué es darse una y mil vueltas sobre las sábanas porque sientes mucho frío o mucho calor?, ¿sabes que es tener el cuerpo cansado y la mente despierta?, ¿sabes qué es contar ovejas para conciliar el sueño?

Pues, yo, no. Llegué a mi casa, me tomé el café, hice un recuento de lo ocurrido, me duché y caí en coma apenas apoyé la cabeza en la almohada. Mis dudas fueron apagadas automáticamente cuando me acosté limpio sobre la cama.

No había descansado en absoluto, empezando cuando Mikami y Ryuzaki se quedaron a dormir aquí, continuando al hecho de que el profesor me sacó del salón en la mañana, y, haciendo memoria de los sucesos, Ryuzaki me invitó a su enorme casa, el mayordomo lo besó por costumbre, el hermano intentó seducirme, una rubia dice que se va a casar con él y luego es lesbiana, esta misma chica llora después de golpear a Ryuzaki y casi me pega su hermano por creer que yo había sido el causante de su llanto, finalmente hay una amor que lo perturba al grado que todos colocan cara de muerto al escuchar sobre su existencia

No hay humano que aguante.

Inglaterra ha sido una montaña rusa en todos los aspectos. Pensé que vendría, cambiaría de aires, conseguiría amigos nuevos, mis notas serían igual de sobresalientes que cuando estudiaba en Japón y conseguiría una linda novia extranjera que quizás podría presentar en casa. Kiyomi era perfecta para eso, estoy seguro de que le interesaba. Claro, hasta que tuve fama de homosexual por todo el instituto.

¿Habré cometido un pecado muy denso en otra vida? Porque tanta mala suerte no puede ser normal.

Bueno... es hora de empezar con mis investigaciones... Será un día largo, y no sé si Ryuzaki estará recuperado.
Todo el mundo lo está vigilando en el instituto, alguien debe poseer algo de información, ¿no?

Le llevaré un dulce y café con las ganas de hacer las paces. No sé si está molesto conmigo, pero eso no durará demasiado. De no despistarlo mientras averiguo.

Aquí vamos...

***

Llegué al instituto corriendo a pesar de ser temprano, y, a tropezones subí las escaleras hasta llegar a la puerta que daba a la azotea.

Inhala, exhala...

Vamos, Light, sólo es Ryuzaki, no te va a violar por el hecho de que se estén solos... ¿Verdad? Agité la cabeza de un lado a otro evitando esos sucios pensamientos para poder concentrarme.

Dormí más de nueve horas, estaba renovado. Nada podría salir TAN mal.

Con el café en mano, un pastelito de la cafetería sellado en el bolso, y mi mejor sonrisa comprensiva, abrí la puerta sin el afán de hacer ruido, lento. La cerré despacio tras de mí.

Allí estaba, con los codos apoyados en esa pequeña muralla y con la cabeza en dirección a los grisáceos tonos del cielo. Las nubes tienen el mismo tono, el clima no parece querer mejorar pronto. Su mirada perdida con gesto desentendido y el flequillo ocultándole cierta parte de la frente. Se le ve melancólico.

-Buen día, Ryuzaki -le saludé en tono dulce cuando me desplacé hasta su lugar, y le dejé el café a su lado-, hace un poco de frío, pensé que querrías un poco -me miró algo sobresaltado, pero al reconocerme, ablandó su expresión.