Capítulo 20

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Me quedé helado al ver el estrepitoso golpe que Beyond había decidido concederle en el rostro a ese tal Hideki Ryuga. ¿Con qué razones pudo haber sucedido esto?, lo entendería de Ryuzaki, es más, me parecería mucho más lógico.

—Señor Beyond... —le llamó entre nervioso y pálido el inspector colocando su tembloroso mano en el hombro del afectado.

—Inspector, yo resolveré esto... —habló Ryuzaki mientras se ponía torpemente de pie sacudiendo el pantalón con sus manos manchados de polvo—, por favor, le pido que se retire.

—Pero...

—¡Largo! —gritó rompiendo con la falsa calma que había logrado aparentar. Di un paso atrás y quedé embobado observando la escena. El inspector no se hizo repetir y se desvaneció del lugar como si fuese él quien carece de autoridad. Todo al revés.

—Uy, sacaste la voz, hermano —se burló Beyond cambiando la expresión a una sonrisa ladina mordiéndose el índice y guiñando un ojo—. Tendré preparada tu camilla en la enfermería, veo que en cualquier momento te desmayas —al parecer su sarcasmo reaparece cuando no estamos a solas.

—Hideki... —titubeó Ryuzaki mientras avanzaba hacia él, quien no se movía y no dejaba de mirarle por encima del hombro, sin cambiar su calmada expresión. ¿Quién se cree que es para mirarlo así?, ¿es que no ve lo afectado que está?

—No quisiera ser grosero, pero he venido por Beyond —sentenció con dureza dando un paso atrás—, no por ti — Beyond abrió los ojos de par en par y luego liberó una carcajada tan estruendosa que hizo eco en todo el lugar.

—No te ofendas, hermanito, esto también me ha tomado por sorpresa —reconoció extrañado rascándose la cabeza y encogiéndose de hombros— al parecer chupar la paleta me sale mejor a mí que a ti —se burló Beyond desenfadado con su característica sorrocarronería caminando hacia mí y tomando cómoda posición a mi lado—. Ahora, lamento arruinar tu plan, Ryuga, pero... me estoy rehabilitando —el chico sonrió como si extrañase escucharle soltar chorradas, y tampoco le quitaba los ojos de encima, ojos que venían con una clara segunda intención. Sin embargo, Beyond parecía más complacido que conmovido—. ¿Verdad, Light? —no era capaz de centrarme con totalidad en esa burda escena. Ryuzaki parecía apagado, con los ojos sin brillo, blanco como el papel. Se me encogió el corazón al visualizarlo en ese estado, debía ser justo, en parte... yo tenía mucha culpa en aquella discusión, después de todo, aunque no sabe demostrar afecto y es un poco bruto, siempre de preocupó por mí.

—Ryuzaki... —le llamé inquieto y él me levantó la mirada como si fuese una acción automática. Tragué grueso y direccioné con inseguridad mis pasos hacia él—, ¿cómo te encuentras? —murmuré y se mantuvo inmóvil, he de suponer que su orgullo se antepone a nosotros por la afanosa discusión de hace unos minutos. Di un largo suspiro, sonreí con cierta amargura y sin pensármelo más le abracé por encima de sus hombros.

—Light, yo... —una de mis manos se desplazó hasta su cabello, introduje mis manos desde su nuca y la tensión desapareció de su cuerpo. Pensar que cuando le conocí la primera vez, en su auto, me pidió que le hiciera esto.

—¿Qué pretendes, Elle? —escuché la voz tras mi oreja y sentí una vena marcarme la frente—, ¿quieres tenerle de esclavo también? —¿de qué está hablando? —. Chico, deberías alejarte de alguien como él.

—Está bien, mucho azúcar para alguien que te llamó ramera sin futuro, ¿no, Light? —ironizó Beyond —. Es suficiente —declaró segundos antes de agarrarme con fiereza la muñeca con sus dedos y separarme de Ryuzaki, quien quedó tan sorprendido como yo al ver la tosca reacción de su gemelo—. Nos vamos —dicho esto, emprendió marcha alejándome a tirones del pasillo.

Serás Mío (Death Note yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora