Capítulo 4

15K 1.5K 1.1K
                                    

¿Qué? ¿Yo? ¿Con esa cosa? Vaya, sí que la gente tiene tiempo para crear estupideces.



—Buenos días —saludé.

Quería saber un poco más de donde se habían sacado este cuento y, por, sobre todo, desmentirlo. Era una chica rubia de cabello corto y otra castaña de cabello largo.

—Mira —una de las chicas le pegó un codazo a la otra para que me mirase—, es Light Yagami.

—¿L-Light? —la chica que estaba distraída, se dio vuelta de una forma tan exagerada que cayó al suelo.

Ay, eso debió doler.

—¿Estás bien? —le tendí la mano y roja de vergüenza se levantó.

—S-Sí, l-lo siento... —su amiga la rubia estaba riéndose.

—No hay problema —sonreí—. ¿Puedo hacerles una pregunta?

—¡Sí, claro! —respondió rápidamente la castaña—. ¿En qué podemos ayudarte? —que amistosas.

—Escuché que... —es difícil decirlo— dijeron que yo soy novio de Ryuzaki, y no es así... ¿De dónde sacaron eso?

—¿Entonces el gran Ryuzaki no besó tu cuello? —preguntó la castaña.

—¿Ni tampoco te regaló la rosa negra y blanca? —agregó la rubia sin dejarme tiempo para responder la primera pregunta.

—O sea sí, pero...

—¡Entonces si son novios! —me sonrió la castaña—, ¡Felicidades!

—¡Eres muy guapo!, ¡hacen una linda pareja! Aunque no creí que elegiría un chico...

—Están confundidas, yo... —no me dejan hablar.

—¡No te apenes, hacen una linda pareja!

—¡Sí, tengo celos de ti Light! —¿Qué les pasa a estas chicas?

—¡No, pero yo...! —tocaron el timbre y se fueron corriendo.

—¡Nos vemos Light! —todos mis intentos por explicarles fueron inútiles—. ¡Suerte!

Traté de ignorar todas las miradas lo mejor posible, que incómodo.

Creo que —aunque no quiera— debo hablar esto con Ryuzaki.

Ojalá pudiese decirle al yo del pasado: "quédate en la clase de historia, me lo vas a agradecer.", la única diferencia es que seguiría curioso.

Caminé ignorando toda clase de miradas hasta llegar al salón, la gente de aquí necesita una vida. ¡Gran Ryuzaki! Menuda tontería.

Respiré hondo y me senté al lado de Mikami el cual leía algo en su celular.

—Buen día Mikami —saludé.

—Buen día —dijo quitando su vista del teléfono—. ¿Cómo te sientes?

—No demasiado bien —dije sacando mis cuadernos del bolso.

—¿Las cosas con el gran Ryuzaki no van bien? —¿Por qué "gran"? Detesto que le digan así.

—¿Las cosas con él? Nada va ni viene con él. Es un pretencioso, no acarrea más que problemas —opiné. Todos actuaban discretos, desentendidos, sin embargo, estaban escuchando mi conversación, es inevitable—. Ayer me siguió toda la tarde —pude ver cómo me miró sorprendido, al igual que el resto de los curiosos.

Serás Mío (Death Note yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora