Capítulo 2

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Mis manos temblaban de la emoción, tenía la cabeza repleta de grandes expectativas. Si la gente le tiene un apodo como ese, debe ser porque es un tipo genial. Hombre de pocas palabras, precisas y con una gran chispa intelectual.

Antes de poder abrir la puerta se me cayó el papel que tiene nuestro nombre, se afirma con un clip para que los profesores puedan identificarte. Lo afirmé y luego volví a colocar la mano en la perilla.

Una oleada de viento me golpeó la cara, por suerte aún me quedaba medio vaso de café caliente en la mano.

Fue la peor época del año para viajar a este país.

El lugar era un cuadrado bastante grande, del ancho del edificio, al rededor tiene algo así como murallas que me llegaban hasta los codos, curiosamente estaba muy limpio. Por lo general estos lugares son muy sucios.

Cerré la puerta tras de mí y tomé un poco de café. Giré mi cabeza un poco a la derecha y pude ver un estudiante. Está dormido

Quizás no está aquí el chico que busco, después de todo hace mucho frío, ¿Qué idiota estaría aquí pasando el tiempo? Aparte del que está dormido y se va a enfermar.

Me acerqué a él con la intención de despertarlo y llevarlo dentro del instituto, hacer este tipo de tonterías podría costarle una semana en cama.

Tenía la espalda recostada en la pequeña muralla. Pude verlo mejor al aproximarme.

¡El muy tonto sólo está usando la camisa sin ninguna clase de abrigo! Para colmo tiene las mangas subida hasta los codos, además de estar desabrochada tres botones y usar la corbata cual collar. Tenía una pierna recogida y la otra completamente estirada.

—¡Hey! —hice un gesto con la mano sin tocarlo— amigo, levántate.

No parecía si quiera escucharme. Que fastidio, yo creo que con un tipo así también el gran Ryuzaki se hubiese ido.

Al ver que no hacía ninguna señal de que estuviese a punto de despertar me agaché, No estará desmayado, ¿verdad?

Tiene la piel pálida, y su cabello es lacio, negro y largo, demasiado para pertenecer a un estudiante.

No es por nada, pero por protocolo deberían exigir que se lo corte.

Su boca se encuentra ligeramente entre abierta y sus labios pertenecen a un rosa pálido. Mantiene una respiración profunda mientras emite bajos sonidos, como si fuese un gato. Está durmiendo.

—Hey... —toqué una de sus manos, la que estaba apoyada el piso. ¿Cómo puede tener la mano allí? Pareciera que está congelado— Hey...

Al llamarlo por segunda vez abrió sus ojos de forma exagerada. Quizás es porque estaba muy encima de él, me alejé sintiéndome un poco avergonzado.

—Oye... te vas a resfriar si duermes aquí.

Se restregó los ojos tratando de quitarse el sueño. Me miró algo sorprendido, quizás como diciendo ¿Qué haces aquí?

—Vamos adentro —me levanté pero él no lo hizo— Oye, ¿No tienes frío?

Hizo una negación con la cabeza, no sabía que era tan difícil hablar.

—¿Sabes? Estaba buscando a alguien a quien apodan "el gran Ryuzaki" ¿le has visto?, ¿Sabes dónde puedo encontrarle?

Levantó su mano y llevó el índice a su cara.

¿Qué? ¿Esto es el gran Ryuzaki? No, seguro no me ha entendido.

—N-no, hace poco llegué a esta escuela y se habla de un tipo genial ¿hay algún otro lugar dónde pueda estar? Sólo estás tú aquí.

Pasó la mano por su rostro como si yo hubiese dicho la mayor estupidez del mundo. Al parecer no tiene intenciones de irse de aquí, quiero que me responda rápido, debo tener la nariz congelada, si él quiere resfriarse es su problema.

Serás Mío (Death Note yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora