Capítulo 7

12.8K 1.4K 735
                                    

El vapor del cuarto era penetrante y hasta cierto punto, sofocaba bastante.

—Ryu... Ryuzaki... —su cuerpo húmedo se pegó a mi camisa causando fricción y un leve espasmo—, no, por favor...

—¿A qué le temes —sus labios recorrieron con suavidad la curvatura de mi cuello y con maliciosa arrogancia mordió mi oreja—, princesita?

¿Cómo acaba de llamarme?

—¡¿Princesita?! ¿A quién rayos llamas así? —coloqué mi mano en su rostro alejándolo de mí— y para tu información no le temo a nada.

—Eres escandaloso, ¿no crees? —sonrió con suficiencia.

—¿Escandaloso? ¡te parezco escandaloso! ¡Detente a pensar que mi reacción es completamente normal debido a la situación!

—¿Normal? ¿te parece que estás reaccionando normal? —entrelazó nuestras manos mientras discutía con completa tranquilidad.

—Una reacción anormal en una situación anormal es completamente normal —fruncí el ceño—. Es más, una reacción normal en una situación anormal, es anormal —rodó los ojos.

—Calma principito, no haré nada que no disfrutes... —me pegó a la pared y comenzó a desabrochar los botones de mi camisa—, es más, voy a satisfacer tus necesidades biológicas sin costo —sonrió petulante en mis labios—, soy muy amable.

—¡Nunca debí dejarte entrar! ¡eres un...! ¡hm! —con sus manos comenzó a recorrer mi abdomen, dejándolas deslizar con minuciosa finura—. ¡Ah...! eres un...

—¿Un qué, príncipe? —rodeó sus brazos en mi cintura y unió sus labios a los míos provocándome una onda de calor que recorrió todo mi pecho.

—De... deja eso... —su aliento es tibio y en mi boca penetra un estimulante sabor acaramelado.

—Me perteneces —mordisqueó mi labio y luego los volvió a juntar adentrando su lengua. Un nudo se formó en mi garganta al escuchar aquéllas palabras.

Tengo que controlar mis instintos... no puedo hacerlo, no debo ceder así.

—¿Ninguna objeción —susurró—, mi querido príncipe? —deslizó su mano a mi entre pierna haciendo temblar.

—Ryu... Ryuzaki, no... —sin poderlo evitar rodé mis brazos en su cuello para intentar no caer ante la nueva sensación que experimentaba mi cuerpo.

—Nadie va a salvarte... —murmuró

En ese momento un timbre suena en mi departamento haciéndome reaccionar.

Dios, qué rayos estoy haciendo.

—Demonios, Ryuzaki suéltame —lo empujé y comencé a abrochar los botones de mi camisa.

¿Quién podría ser?

Ryuzaki chasqueó la lengua.

—Pensé que vivías solo —reclamó dando un resoplido a su flequillo.

—Vivo solo —respondí un poco extrañado por la reacción.

—Entonces —colocó sus brazos a los costados de mi cabeza— quién diablos te viene a visitar a esta hora —el tono de su voz estaba asustándome.

Al ver mi reacción sacó sus brazos y mordió sus labios con frustración.

—No lo sé —cruzó sus brazos y arqueó una ceja—. En serio, no sé quién es —intenté explicar. Suspiró y recogió su toalla del piso.

Serás Mío (Death Note yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora