Sin Mirar Atrás [YA EN LIBRERIAS/EBOOK]

Epílogo

Después de aquel día todo cambió para bien. Dentro de tanta oscuridad había un rayo de luz, todo lo que tenía que hacer es dirigirme hacia aquella luz.

Marco tramitó su divorcio con su exmujer, ella no se lo tomó mal ya que tal y como me dijo Marco, su matrimonio estaba acabado.

Al mes de separarse oficialmente me llevó a un restaurante de lujo donde ahí me pidió matrimonio. Al principio dudé un poco pero al final acabé aceptando.

La boda fue preciosa, la boda con la que siempre soñé lo pude hacer realidad, la felicidad me invadía.

A los tres años mi hija de casó con su novio, que se había convertido en su marido. Y al año de casarse nos dieron a un nieto.

Todo iba bien, formamos una familia que no era perfecta pero, ¿qué familia lo es? Mi felicidad no cabía en mí y me encantaba toda esta felicidad.

"La esperanza es lo último que se pierde".