Capítulo 25: El cabrón de tu padre

32 2 3
                                    

Nos montamos en el coche de Marco para que me pudiera llevar a mi diminito apartamento.

Miré a Marco que tenía una expresión de enfado y desagradado. El transcurso del camino seme hizo imcomodo porque no hablabamos nada.

- Em...lo siento-. Musité.

- ¿Lo siento? Acababa de empezar en esta industria y le he decepcionado-, le da un golpe al bolante-, esto me pasa con confiar a la mínima que veo a alguien cantar.

- La tonta soy yo por ilusionarme con tus palabras, no me replanteé que fuera como una entrevista de trabajo pero tú no tienes que preocuparte, pues yo iré a mi diminuto apartamento, me tumbaré en mi dura y fría cama pero tú, tú llegarás a tu gran casa con tus padres y tendrás una cálida y blanda cama esperándote-, lo miré-, tu vida no es peor que la mía.

Al terminar de decir esas palabras paró en frente del bloque de pisos donde vivía.

-Bájate del coche.

- Encantada-. Dije en lo bajo para que no pudiera oírme pero me oyó.

- No refunfuñes-. Dijo saliendo del coche y cerrándolo.

- ¿Qué haces?- Pregunté extrañada mientras lo observaba.

- Pasar a tu diminuto apartamento contigo-. Respondió.

- ¿Para qué quieres pasar?- Pregunté otra vez.

- Para hablar-. Respondió otra vez.

- Hemos tenido un largo camino para hablar pero el señorito estaba tan enfadado que no quería hablarme así que el plan que tenía era pasar a mi diminuto apartamento para ver lo desgraciada que es mi vida y mofarse mientras se lo transmite al cabrón de su padre para reírse de mi los dos juntos-. Dije enfadada y poniendo los brazos en cruz mientras me dirigía a la puerta de mi apartamento.

- Nunca haría eso, aunque sí, mi padre es un cabrón-. Dijo mientras caminaba detrás de mí.

Estando en la puerta dr mi apartamento me di la vuelta hacia él apoyando mi espalda en la puerta y sonriéndole muy falsamente.

- Largo-. Dije haciendo incapié en la "o".

- ¿Qué pasaría si te beso aquí y ahora?- Preguntó acercándose mucho a mí.

- Te dejaría sin hijos de por vida-. Dije mientras lo empujaba hacia atrás.

- Chica difícil-. Susurró.

- Gracias.

Cuando abrí la puerta una mano agarró mi muñeca haciendo que girara hacia atrás.

- Te buscaré.

- Y yo llamaré a la policía-, me deshice de su agarre-, ahora, lárgate-. Añadí mientras cerraba la puerta en sus narices.

Sin Mirar Atrás [YA EN LIBRERIAS/EBOOK]Where stories live. Discover now