Capítulo 35: Al restaurante

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Las horas allí metida se me hicieron muy cortas, a las ocho estaba dentro de su coche esperándome, me llevó a mi casa y mientras me vestía él se quedó viendo la tele.

Al sentir los tacones resonar en el suelo, apagó la tele y me esperó al final del tiro de escaleras.

- Estás preciosa-. Dijo mientras me miraba de arriba a abajo y sonreía.

- Tonto-, reí-, me he puesto lo primero que pillé en el armario-. Dije mientras bajaba los últimos escalones.

- Si tú lo dices...-, extendió su mano hacia mí-, ¿nos vamos?- Preguntó.

- Sí-, respondí mientras le cogí la mano y me dejaba griar por él.

El trayecto de mi casa al restaurante fue en silencio, pero no era un silencio incómodo, la música lo hacía agradable.

De repente sonó la canción Hello de Adele, me encantaba esa canción más que a nada.

- Esta canción me encanta-. Dije mientras subía un poco el volumen de la radio.

- ¿En serio? A mí también, Adele tiene una voz muy bonita y las letras de sus canciones igual-. Dijo con una sonrisa.

- Pues ya tenemos una cosa en común-. Dije satisfecha.

- Te equivocas, son dos-. Me rectificó.

Lo miré con el ceño fruncido, no sabía cual era la segunda.

- La segunda es que nos encanta la música.

- ¿A quién no? La música es todo lo que un ser humano quiere, la música es necesaria para que la vida no parezca tan compricada.

- Me gustan tus respuestas.

Bajé la cabeza mirando hacis mis manos, la verdad es que me ruvoricé cuando dijo eso, lo más tonto fue que no sabía por qué esas palabras provocaron ese efecto en mí.

Cuando llegamos al restaurante y entramos me quedé impresionada, cenar ahí te costaba un ojo de la cara, pues era muy elegante, me sentía como en otro mundo o dimensión, hacía un montón de tiempo que no iba a aquellos sitios.

Sin Mirar Atrás [YA EN LIBRERIAS/EBOOK]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum