Desperté en el sofá con el libro en la mano, lo miré a ver en que página me había quedado pero para mi sorpresa ya me lo había leído y no me acordaba de nada.
Decidí dejarmelo en casa para poder leerlo tranquilamente, mi plan era llevarlo al trabajo y mientras leerlo.
El resto del día hasta que me fui a trabajar fue tranquilo, muy normal, pero mis ganas por leer aquel libro no era nada normal.
Fui al trabajo y me puse a leer mientras que la gente que iba a estudiar allí llegaba y se colocaba en sus asientos.
- Hola, ¿puede decirme si...Selena?- Preguntó un hombre gritando lo que antes era mi nombre.
Lo miré y mis ojos se abrieron del todo por mi sorpresa, ¿qué hacía ahí?
- Marco-. Dije sin creermelo.
- Veo que has empezado de cero-, dijo mirando al rededor-, y tan de cero.
- ¿A qué te refieres?- Pregunté sin estender nada.
- Que has dejado la guitarra por libros-. Respondió sonriente.
- Veo más futuro a esto.
- ¿Aceptarías una cena conmigo?- Preguntó mientras se apoyaba en la mesa donde yo estaba.
- Si tu eres el cocinero sí-, sonreí-, no soy muy buena cocinando-. Confesé.
- Me refería a un restaurante-. Rió.
- Ah, pues en ese caso...¿por qué no?
- Te recojo a las ocho aquí.
- Pero primero tengo que ir a mi casa para cambiarme.
- Vale, te recojo a las ocho aquí y te llevo a tu casa para que te puedas cambiar.
Le sonreí satisfecha por unos segundos hasta que decidió darse media vuelta hacia la puerta.
- Perdona, ¿no quería un libro?- Pregunté antes de que saliera.
- No, he econtrado un libro mejor-. Sonrió y tras unos segungos se fue.
¿A qué se referiría con eso?
VOUS LISEZ
Sin Mirar Atrás [YA EN LIBRERIAS/EBOOK]
Roman pour AdolescentsSelena era una chica normal y corriente. Su vida ya estaba formada: se fue a vivir con su novio, estaba rodeada de sus amigas, la suerte estaba de su lado. De repente, toda su vida cambió en un abrir y cerrar de ojos y tuvo que enfrentar a todos los...