Capítulo 50: Nueva Vida

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Pasaron seis años desde la última vez que vi a Marco. Su ausencia se notaba, quería correr hacia Los Angeles, abrazarlo y refugiarme en sus musculosos brazos para siempre.

Estaba viviendo en Nueva York, en un nuevo apartamento. Decidí mudarme para desaparecer en la mente de Eva, se encontraba entre rejas pero mejor prevenir que curar.

Mi vida como Sara estaba muy bien en aquella gran ciudad pero me sentía incompleta. Me faltaba él con su sonrisa dulce, su guitarra...era perfecto.

Todavía recordaba aquel día cuando estaba a punto de coger el avión, fue como en las películas, él corriendo hacia mí, yo hacia él pero a diferencia de las películas, no nos quedamos juntos.

En estos seis años no he mantenido ningún tipo de contacto con él, creía que era mejor así.

Un día iba distraída caminando por la Gran Manzana. Choqué con alguien, nadie se cayó, salvo los libros que llevaba en la mano.

- Lo siento-. Dijo aquel chico que se agachó para recogerme los libros.

- No pasa nada-. Añadí imitando la reacción de aquel conocido.

Cuando nos volvimos a levantar y vi su rostro abrí los ojos como platos. Era ÉL, era MARCO.

Solté los libros y me abracé a él como nunca antes lo hice. Él correspondió al abrazo, por lo que me puse más contenta.

- ¿Qué haces aquí?- Pregunté mientras me separaba de él.

- Quería hacerte una visita, lo único es que no me espera encontrarte en mitad de la calle-. Rió nerviosamente.

Reí por lo patoso que resultaba al pronunciar aquellas palabras. Lo miré fijamente, los años no habían pasado por él. Físicamente se mantenía igual.

Tras cruza unas miradas y sonreír nerviosos propuse ir a mi apartamento para tomar un café. Al llegar, preparé todo lo que tenía en casa, la mesa parecía que se iba de viaje, literal.

- ¿A qué te dedicas?- Pregunté para interrumpir aquel silencio.

- Monté mi propia discográfica-. Respondió mientras le pegaba un sorbo a su café.

- ¿Cómo va?- Volví a preguntar.

- Viento en popa-. Respondió mientras levantaba su pulgar derecho hacia arriba.

- Me alegro.

Otra vez aquel silencio asesino.

- ¿Tienes novio o has conocido a alguien?- Pregunto interesado.

- No-, pareció aliviado por la respuesta-, ¿y tú?- Pregunté finalmente.

Él negó con la cabeza e instantáneamente Sonreí, me salio solo.

- Nuestra vida no ha cambiado después de todo-. Dijo Marco.

- Mejor así-. Comenté mientras me abalanzaba a él para besarle, cosa que Marco no negó.

Sin Mirar Atrás [YA EN LIBRERIAS/EBOOK]Where stories live. Discover now