Le di un sorbo a mi té, odiando el hecho de tener que volver a mi casa, mas no quiero escuchar las preguntas de Clara sobre dónde estuve, que me sucedió en el rostro, por qué me fui, por qué no le avisé y por más que le responda con la pura verdad, acabará sermoneándome porque no va a creerme, apoyará a muerte la idea de que me fui a beber por ahí. Le di las pruebas suficientes para que imagine eso cada vez que no estoy en casa.

Me sacó de mis pensamientos la figura del castaño al sentarse en su lugar. Pude notar en sus mejillas un ligero rubor. Al notar que lo observaba, me dedicó una sonrisa antes de llevar su taza a su boca.

-Será mejor que me vaya- Fruncí mis labios mientras abandonaba la mesa.- No sé si recuerdas pero no avisé que venía.

-¿No le has enviado un mensaje a tus padres para decirles dónde pasarías la noche?- Negué con la cabeza colocándome el abrigo- Oh Newt, ¡Deben estar con los pelos de punta!- Reí con ironía, hace rato que dejó de preocuparse por mí Clara, ya deduce que estoy ebrio en alguna plaza.

-Créeme, no lo están.- Palmeé su hombro para que me abriera la puerta, estaba asegurada con llave y Thomas tenía la copia.- Gracias por tu absurda cura Tommy- Sonreí señalando mi mejilla para luego abandonar la casa.

Todo lucía impecablemente iluminado, algo que no sucedía normalmente. Pasé por la cocina para dejar la llave y allí estaba, desayunando con el diario entre sus manos. Vaya confianza. Me volví hacia la entrada dispuesto a encerrarme en mi habitación pero su voz me impidió llegar más lejos.

-¿Acaso no saludas? Descortés...- Su insulto fue casi un susurro pero estando el ambiente silencioso y bueno, al no haber tanta distancia entre nosotros, pude oírlo.

-¿Y mi tía?

-Salió a comprar- Dejó el bulto de noticias sobre la mesa para observarme directamente, intimidante. Alcé mis cejas con poco interés.

-¿Puedes bajar tus asquerosos pies de la silla? La tapizaron hace unos días.

-¿Y si no lo hago, qué pasa? ¿Acaso vas a golpearme?- Cada persona con la que me cruzo se empeña en desafiarme. Noté que señaló su mejilla, a la altura donde está mi corte mientras soltaba una risita- Vaya, que masculino te ves con eso, ¿No tenían de Hello Kitty?

<<Respira hondo Newt, déjalo pasar. Solo trata de irritarte>> Recomendaba mi conciencia, y la verdad es que lo estaba logrando. Me di media vuelta para ir a mi cuarto.

-Hey niño huérfano, no vuelvas a darme la espalda ¿Me oíste? Y si te hablo me respondes.- Mis puños estaban apretados en contra de mi voluntad y mi respiración completamente acelerada.

-¿Cómo me llamaste?- Pronuncié entre dientes, acercándome de una manera nada agradable hasta quedar frente a él, sin importarme el golpe que pudiese darme... o que yo pudiese darle.

-Ah Newt, decidiste regresar- Habló la mujer a mis espaldas, nada agradable.- ¿Qué sucede aquí?

-Lo que sucede, pastelito, es que estaba diciéndole exactamente eso al niño, no es bueno salir sin avisar y volver a la hora que se le plazca pero él se acercó a mí con la intención de agredirme cuando le dije que lo mejor sería castigarlo.

¿Pastelito? ¿Niño? ¡¿Castigo?!

-Estás en lo cierto osito, no es raro de ti Newt, un castigo es lo mejor.

-Es mentira Clara, no lo agredí en ningún momento y yo...- Me interrumpió colocando la palma de su mano a centímetros de mi rostro.

-No quiero oír tus excusas, dos semanas sin celular- Tendió su mano para que le entregara el aparato tecnológico que guardaba en mi bolsillo. No creí que lo dijera en serio pero la manera severa en la que me observaba me advertía que no bromeaba. Coloqué ese con furia sobre su mano- Y sin cigarrillos.

-No voy a dejar de fumar.

-No te estoy preguntando.

-Y yo no te estoy avisando, es una hecho- Abrió sus ojos hasta el tope, soltando un suspiro de irritación.

-Tampoco podrás hacer salidas, de casa al instituto y del instituto derechito a casa. Ahora dame los cigarrillos.

-No- Fruncí mi ceño, uniendo mis brazos sobre mí pecho.

-No quiero agregarte otra cosa más.

-¡Dale los malditos cigarrillos asqueroso adicto!- Gritó el pelado a mi espalda. ¿Asqueroso adicto? Ahora si se pasó. Me giré sobre mi lugar para darle un buen golpe sobre su mejilla pero su enorme mano detuvo mi brazo.

-¡Vete ya mismo a tu habitación! Estoy tan decepcionada de tu actitud.- Casi de un empujón me liberó de su agarre, para hacer lo que ordenó mi tía. Ya no aguanto más esto, tengo la necesidad de irme, alejarme de todo y de todos pero no puedo, maldita sea.

Rendido me dejé caer sobre mi cama, mientras observaba el desgastado techo. Diecisiete años de vida y solo nueve fui realmente feliz, valía la pena vivir pero ahora, analizando lo que fueron los ocho años restantes caigo en depresión, me la pasé de adicción en adicción, de casa en casa, de llorar en el baño a llorar en mi habitación,... mi vida es una mierda.

Bring Me To Life [Newtmas]Where stories live. Discover now