Segunda Parte _ Contaminado Cap. 18

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Capítulo 18 _ La Fiesta

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Capítulo 18 _ La Fiesta

Los chicos llegaron a la fiesta cuando ya estaba armada: la música sonando a no dar más, la barra repleta de gente, y la pista desbordada de tanta multitud. Lo primero que hicieron fue tomar un trago y brindar por la graduación de Nero y Elías. Dylan estaba tan inspirado que hasta se atrevió a dar un discurso parándose sobre la mesa y poniéndose a bailar sin ninguna clase de vergüenza. Sus amigos lo bajaron antes de que el barman los retara.

-¡Manga de aburridos! – se quejó Dylan –. ¡AH! – se le cayó la mandíbula, escandalizado.

Elías y Nero se rieron, imaginándose que con apenas un vaso de cerveza Dylan estaba lo bastante borracho como para alucinar. Sin embargo, él les dio una palmada en la cabeza y les señaló el motivo de su mueca desconcertada. Nero tardó apenas un segundo en transformar su cara entera: de no poder dejar de reír pasó a dejar de respirar. Quedó boquiabierto, atragantado y ahogado.

NO – LO – PUEDO – CREER. Pero ahí estaba ella, entre la multitud, aplaudiendo al ritmo de la cumbia y bailando de una manera que, a la luz del fuego, alumbraba sus curvas como si fueran de oro.

Usualmente, cuando Nero se encontraba a una chica sexy bailando un tema provocativo, la boca se le hacía agua. Pero, con Nahia, su reacción varió. Se congeló, se quebró, se rompió desde adentro, y sufrió la necesidad de tenerla, de bailar con ella, y de comerle la boca. ¡¿Qué la boca?! ¡Comerla entera!, volvió a parpadear.

-¿Ésa no es la Teniente? – preguntó Elías, sorprendido, pero no muerto como Nero, ni perdido como Dylan.

-¡No me jodas! ¡Está re buena! – exclamó él.

Nero siguió perplejo, deleitándose con los contornos de Nahia, centrándose en la curva amplia que sostenía su sonrisa, en el realce de sus pómulos, y en las pestañas de sus ojos deslumbrantes. Su forma de bailar lo volvió loco, no por la sensualidad, sino por el recato; era algo que nunca antes vio, una combinación sin igual.

-Nero, si no vas vos...

-Ni se te ocurra cagarme porque te hago boleta – lo amenazó Nero, amigable, pero hablando muy seriamente.

-¡Ja, ja! Entendido. Ahora, andá, y hacé que me sienta orgulloso de vos. ¡Dale, que hoy te convertís en héroe!

Nero se marchó, sonriendo, feliz y cautivante.

-Ya gané – lo miró Dylan a Elías, con el mentón en alto.

En respuesta, Elías puso los ojos en blanco y terminó su cerveza.

***

Fiona dejó de saltar, fijando la vista en algo a sus espaldas. Nahia se volteó, y la figura de Nero la invadió con un escalofrío, muy a pesar de que sus ojos despidieran un fuego fatuo, y su sonrisa fuera encantadora, con una pizca de atrevimiento, pero al fin y al cabo correcta.

Contaminados // CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora