TBF I: El regreso del elegido. (Primera versión).

26.La cabaña del bosque.

Jack.

El viento aullaba a las afueras de Hogwarts, Jack vio como las hojas se agitaban débilmente en el bosque prohibido y se pregunta si La sombra aún estaba escondiéndose ahí, se estremeció ante la posibilidad de aquel ser estuviera merodeando por ahí, se volvió hacia sus amigos, Mérida caminaba frente a la cabaña de Hogwarts, Rapunzel frotaba sus manos e Hiccup miraba pensativo la cabaña de Ralph, ahora vacía y Jack se preguntó cuándo más tardaría Gobber.

Unos minutos después llegaron Ralph y Gobber hablando, no silenciosamente, hasta llegar frente a la cabaña donde los cuatro niños los esperaban desde hace media hora, según les había indicado Gobber en la carta que le había enviado a Hiccup, Gobber rio al verlos.

—¡Hiccup!

—Gobber...—saludo el chico menos animado.

—Perdón por la tardanza hubo un problema—se disculpó el hombre con rapidez—, mírate no has crecido nada y Jack.

—¡Gobber! —Jack sonrió.

—Bueno, creo que debemos entrar.

La cabaña de Ralph era pequeña para tantas personas, acogedora y con aspecto desgastado, era un lugar encantador decidió Jack sentándose en una silla junto a Hiccup, Ralph salió con rapidez tras saludar a los muchacho, para los cinco aún era un lugar muy pequeño. Gobber se sentó en una silla, luego de servirles el té y ofrecerle pastel.

—Entonces...

—Queríamos hablar sobre una flor mágica—dijo Hiccup seriamente.

Al decir estas palabras Gobber se atraganto y empezó a toser violentamente, los vio a todos rojo e intento disimular su preocupación con un tono casual.

— ¿Flor mágica? — pregunto— no soy bueno en botánica, es mejor que le pregunten al profesor Seuss, el sabrá contestar cualquier pregunta.

—No sabemos si él sabe sobre esta flor—dijo Jack—, además tú eres alguien de mucha confianza para nosotros.

—No sé de lo que hablan—Gobber rio de forma forzada.

—¿Seguro? —pregunto Mérida.

—Seguro.

—Gobber— interrumpió Hiccup—¿Has oído de la flor del sol?

Gobber tardo un momento en negar la cabeza, Jack miro interesado a Hiccup, este le lanzo una mirada a Rapunzel y luego poso sus ojos en Gobber, con tono cansino añadió:

—¿Nunca has oído hablar, de esta rara e increíble flor mágica?—Hiccup volvió a preguntar—,dicen que es una flor mágica descubierta por una bruja que estudio en Hogwarts hace unos años, puede curar a los más terribles enfermos y, si hacemos casos a los rumores, puede incluso revivir a los muertos o al menos a los moribundos, es incluso más potente que la sangre de unicornio.

—Eso suena interesante—dijo simplemente y asintió con la cabeza.

—Gobber sabemos de la flor—dijo Mérida impaciente —, la tienen en el catillo y está en peligro.

—Está muy segura— susurro—, es lo único que deben saber.

La confesión resulto tan natural que nadie en el cuarto se sorprendió o exclamo algo, Jack desvió su mirada a la cabaña de nuevo.

—¡Pero no lo está Gobber!—dijo Mérida agitada.

—¿Por qué creen eso?

Mérida no respondió de inmediato y vio a Hiccup, Hiccup desvió su mirada a Gobber y luego hacia el suelo, ninguno hablo y Jack se preguntó quién respondería, estuvo tentado a hacerlo el mismo ¿Por qué lo creían? Es fácil, mis sueños dicen que la piedra está en peligro, una voz que pertenece a la sombra que acecha a los bosques me lo dijo.

—Gothel quiere robarla—murmuro Hiccup sin mover su vista—, quizás quiera dársela a el que no debe ser nombrado para poder revivirlo.

Esta vez el silencio era más palpable, más pesado e incómodo, las cincos personas en la habitación se miraron los unos a los otros como si hubieran cometido un delito grave, quizás un asesinato y el cuerpo estuviera frente a ellos, ninguno sabía que decir o cómo actuar, en cualquier momento entraría la policía o los aurores y los llevarían a todos ante la justicia. Pudieron pasar cinco minutos o media hora y el hechizo provocado por aquellas palabras dichas por Hiccup aún estaba ahí, Gobber fue el primero en despertar.

—Eso es una bobería—dijo interrumpiendo el silencio —, North confía en Gothel.

—Ese es el problema—dijo Mérida—, ella está usando esa confianza para robársela.

—Niños debes dejar de creer tonterías y dejar estas cosas a los adultos la flor está a salvo, créanme todos pudimos numerosas trampas para que nadie pudiera pasar...

—¡Ese es el problema! —Intervino nuevamente  Mérida —Gothel sabe cómo pasar.

—Mira les diré algo para que se queden tranquilos, pero no puede salir de este lugar—susurro Gobber—, hemos puesto un dragón—Jack, Mérida y Rapunzel se sorprendieron ante la revelación —uno pequeño y domado, por supuesto, pero no dejara entrar a nadie que no sea tu padre, North o yo, estén tranquilos.

Jack no podía imaginarse como un dragón pudiera entrar en Hogwarts, no podía pensar cómo podían esconder un dragón en Hogwarts sin que nadie se enterara, Jack apenas podía creer que existieran los dragones. Mérida y Rapunzel lucían igual de sorprendidas, Hiccup en cambio solo parecía consternado como si no estuviera seguro que debía de hacer.

—Es mejor que se vayan ahora, antes que oscurezca—dijo Gobber parándose—. Y dejen de jugar con esto, la flor está segura.