Capitulo 50

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Nazomi POV
Salí de la habitación y escuché como Yu cerró la puerta, me coloqué la sudadera en el camino para abrir la puerta principal.
—¡Hola Nazomi!—dijo Mitsuki, se veía extremadamente feliz y me contagió su sonrisa.
—Hola Mitsuki, pasa, ¿quieres algo de tomar?—Ai entró corriendo al departamento buscando a Yumi—está en su habitación—le dije a la niña sonriendo. Corrió hasta el cuarto de Yumi y se quedó allí.
—Que linda es Ai—dije yendo a la cocina para preparar un poco de té verde.
—Lo mismo digo de Yumi. ¿Dónde está Yu?
—El...está en la habitación. Dijo que no quería interrumpir en la plática—nuestras miradas fueron hacia la habitación de Yumi donde estaban las niñas jugando. Ai sacó de la habitación a Yumi tomada de la mano.
—¡Wow! ¿Ya camina?—dijo Mitsuki aún con su sonrisa.
—Si, aprendió semanas después de cumplir los dos años. Va algo atrasada, aún balbucea.
—¿Has pensado en una ludoteca o guardería?
—Mmm, no. Nunca he hablado de eso con Yu, no nos gusta la idea de dejarla sola—sé que estamos en la misma casa a unos pasos de distancia pero pareciera como si Yu no estuviera aquí y lo extraño.
Mitsuki y yo estábamos sentados en la sala observando cómo nuestras hijas jugaban mientras hablábamos de cosas triviales hasta que sentí la necesidad de contarle de mi embarazo. Recién me he enterado de que voy a tener un niño y me gustaría compartir la noticia con mi mejor amiga.
—¿Quieres tener un segundo hijo?—le dije a Mitsuki sacando el tema de conversación.
—Claro que quiero—su mirada se posó en Ai quien le estaba intentando enseñar hablar a Yumi—pero Takashi nunca quiere hablar de ello, dice que quiere esperar un poco más. ¿Qué me dices de ti Nazomi? ¿Quieres un segundo hijo?—tragué saliva y sentí como mis mejillas tomaban color cuando levanté la sudadera y el bulto en mi abdomen se notaba claramente.
—Yo...ya tengo dos hijos—dije sonrojado. Miré a Mitsuki que sujetaba fuertemente su taza y miraba mi abdomen sorprendida.
—¿Eso...es posible?—tenía los ojos extremadamente abiertos y su voz temblaba un poco.
—Yo tampoco lo creí posible pero...—comencé a contarle todo acerca de mi embarazo, desde mi síntomas hasta la ida con el doctor y las raras explicaciones de Rorii. Me miraba sorprendida y con atención a cada palabra que salía de mi boca—¿me crees...verdad?—Mitsuki asintió con la cabeza aún sorprendida para después sonreír y abrazarme por el cuello muy fuerte.
—Oh, Nazomi...felicidades—correspondí al abrazo y sonreí—¿Cuántos meses tienes? ¿Ya sabes si es niño o niña?
—Si, de hecho hoy fuimos a mi primer ultrasonido y tengo cuatro meses, será niño—Mitsuki volvió a abrazarme. Continuamos hablando cuando se hizo de noche y me sorprendió que Yu no saliera para nada. Me despedí de Mitsuki y de Ai, que no quería dejar a Yumi y prometimos volvernos a ver muy pronto.
Regresé a mi habitación con Yumi en brazos y Yu estaba en la cama dormido, deje a Yumi en la cama y me deshice de la sudadera mientras me acostaba en su espalda, besando su cuello y su cabeza.
—¿Mmm?—dijo Yu frunciendo el sueño aún dormido.
—¿Vamos a cenar? Ya es de noche y muero de hambre—Yu soltó un suspiro pesado para girarse quedando boca arriba y comenzó a despertar—Despierta...—dije susurrándole en su rostro besando suavemente sus labios. Se incorporó conmigo aún sentado en su regazo y frotó sus ojos para despertar completamente. Tomé a Yumi y la puse en medio de nosotros.
—¿A dónde quieres ir a cenar?—dijo Yu con una voz ronca, más grave de lo habitual, totalmente sexy.
—No lo sé, podemos ir a un restaurante en el centro de Tokio, no queda muy lejos pero si no nos damos prisa el tráfico empeorará.
Yu se dio un baño mientras yo desvestía a Yumi para tomar un baño con ella. Nos vestimos y salimos a cenar. Caminábamos por la calle buscando un restaurante, Yumi iba en medio de los dos tomada de nuestras manos. Varía gente nos miraba o simplemente no nos miraba y seguía con su camino. Claro, no faltaban las personas que nos miraban con desaprobación pero los dimos por alto.
—Mira, ese restaurante de mariscos huele delicioso—dijo Yu tomando en brazos a Yumi, cada vez había más gente.
—¿Mariscos? Yo...creo que no o solo que quieras que me la pasé toda la noche en el baño vomitando.
—Bien, bien. No hacía falta sarcasmo, solo con un 'no' hubiera bastado—pasó su brazo libre por mi cintura para darme un beso en la mejilla. Se separó de mí y tomó mi mano. Terminamos en un restaurante de carnes y cenamos un corte. Regresamos al auto y Yumi se había quedado dormida, pasaban de las diez de la noche y regresamos al departamento. Acosté a Yumi en su cuna para volver a mi habitación.
—Estoy demasiado cansado.
—¿De verdad? ¿Muy cansado? No quieres...tú sabes...—Yu me rodeó por atrás abrazando mi cintura y acariciando suavemente mi abdomen. Depositó pequeños besos en mi cuello y sus manos descendieron a mi pantalón.
—Yu...
Me acostó sobre la cama y comenzó a desabrocharme la camisa y bajarme el pantalón hasta las rodillas junto con mi ropa interior. Su tacto me estremecía y me senté en su regazo rodeando su cintura con mis piernas. Comenzó a besarme lentamente, el beso se tornó más húmedo, nuestras lenguas atacaban a la otra y la saliva se acumulaba en nuestras bocas. Yu tomó mi miembro en sus manos y comenzó a masturbarme rápidamente sin perder tiempo, hice lo mismo con el, le desabroche el pantalón tímidamente y metí mi mano dentro de su ropa interior comenzando con movimientos ascendentes lentos. Yu gruñía entre los besos mientras que yo soltaba gemidos, comenzó a besarme golpeadamente, torpemente, abrí mis ojos un poco y tenía el ceño fruncido.
—H-Hey...—dije separándome de él tratando de recuperar el aliento—no...frunzas el ceño cuando nos besemos.
—Lo lamento—volvió a besarme esta vez más suave y me acomodó en su regazo, apoye parte de mi peso en mis rodillas y Yu me sujetaba por debajo de mis muslos. Comenzó a penetrarme lentamente, aún no me acostumbraba al dolor que sentía.
—Haa...¡Ahh!—eché mi cuerpo hacia atrás y me sujeté de la espalda de Yu, terminó de penetrarme y me acostó en la cama, traté de rodear su cintura con mis piernas pero mi pantalón me lo impedía, Yu lo notó y lo bajó hasta mis talones, aún era incómodo con la ropa pero me acomodaba mejor. Yu comenzó con las embestidas lentas y me sujeté de las sabanas mientras gemía su nombre. Un aire frío recorrió mi cuerpo y aparte su cuerpo del mío.
—¿Qué sucede Nazomi? ¿Te lastimé? ¿Lo hice muy rápido?
—El...el condón...—Yu asintió y salió de mi, solté un gemido mientras se separaba de mi cuerpo y tomó un preservativo del cajón.
—Pónmelo—dijo Yu extendiéndome el sobre rojo. Me sonrojé hasta más no poder y cubrí mi cuerpo con las sabanas.
—¡¿Q-qué dices?!
—Si quieres que continúe tienes que ponerme el condón—Yu tenía una sonrisa pícara pero no me podía negar, quería que continuará haciéndome el amor. Tomé el condón y rasgué el envoltorio, bajé de la cama y Yu se sentó en la orilla de esta. Aún con su sonrisa, me arrodillé entre sus piernas y tenía a centímetros su pene totalmente erecto. Mis manos estaban temblando y tímidamente comencé a ponerle el condón, lo hice lo más rápido que pude.
—L-Listo...ya lo hice—aparté mi vista para ocultar mi cara completamente roja pero sabía que era un caso perdido.
—¡Muy bien!—dijo Yu juguetón—ahora ven aquí que me toca hacer mi parte...
Volví a acostarme en la cama y Yu se deshizo totalmente de mis pantalones junto con mi ropa interior para poder abrirme de piernas, las colocó sobre sus hombros y metió un dedo.
—Ngh...¡Ahh!—gemí al momento en que Yu penetró un segundo dedo, comenzó a moverlos y me estremecí—Haa...ha..—nuestras respiraciones eran pesadas y ambos comenzamos a jadear entre los besos. Yu volvió a penetrarme y volví a gritar su nombre.
—Tranquilo...tranquilo...no grites tan fuerte...—me susurró al oído mientras entrelazaba nuestras manos. Mordí mi labio y comencé a mover mis caderas. Yu comenzó con embestidas lentas, sacando y metiendo su miembro para después hacer lo mismo pero más rápido. Volvió a fruncir el ceño mientras lo hacía pero esta vez no le dije nada, estaba tan perdido en el placer que solo disfrute mirar su rostro mientras gemía. El también gemía gravemente y volvió a tocar ese punto que me hace volverme loco.
—¡Ahh! ¡Y-Yu..!—fue lo que grité antes de llegar al orgasmo junto con Yu que también se corrió dentro del condón que aún estaba dentro de mí. Salió de mi entrada y se deshizo del condón para después acostarse junto a mí. Estaba demasiado cansado y sin darme cuenta me quedé dormido.
Rorii-chan

¿Solo amigos? (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora