28.

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  El día siguió y en la noche cuando se fueron a dormir, Oriana no dejaba de pensar en todo lo que había hecho ese día, acostada en su recamara, mirando hacia el techo, recordaba cada palabra de Julian, todo lo que le había dicho, lo que le hubiese encantado que le dijera, todos los movimientos que hacia al hablar, esa sonrisa que la volvía loca, esos ojos penetrantes, donde se podía mirar su reflejo, esos ojos que la mataban... que hacían que el corazón se le pusiera a mil por hora, donde en veces... se perdía en ellos y no escuchaba nada de lo que Julian le comentaba, esa boca, que miles de veces imagino en volver a besar, después de aquella ocasión, miles de veces donde pensaba que no quería sufrir, que no quería arriesgarse, por que si las cosas no funcionaban bien y todo terminaba mal, perdería la bonita amistad de Julian, así que no le quedaba mas remedio que seguir como estaban, seguir mirando esos rasgos hermosos... esa perfecta nariz, perfecta sonrisa y sentir cada minuto como se derretía por cada mirada que le daba, como su presencia la ponía nerviosa, como no dejaba de ver las pompas cada vez que caminaban, esas piernas, ese abdomen... esos brazos... ¿como no dejar de mirarlo, dejar de pensar en el?... si estaba mas que flechada.
Se ponía a imaginar, tantas cosas... se imagina escenas indecentes con Julian, pensando que algún día se podían volver realidad, y de una se le llegaba a la mente aquella escena... y todas las escenas de mas que miraba detrás su ventana y recordaba cuando apenas lo iba conociendo... cuando apenas se comenzó de enamorar de el... tanto pensar en el le dio intriga, tenia ganas de meterse en su cama y hacerle compañía, de estar juntos toda la noche, y como dos locos hacerse el amor hasta el cansancio, quería sentirlo, sentir su piel, sus brazos... quería de nuevo volver a sentir esos besos que la hechizaron desde aquella vez que en su cama, estuvieron a punto de hacer el amor.
Silenciosa salió de su recamara, con el propósito de ir solo a dar un paseo por el cuarto de Julian, pero ¡sorpresa! Julian no estaba ahí, pero tenia la luz del baño prendida... se asomo por el cerrojo de la puerta y estaba Julian de nuevo haciendo lo suyo.

- Por dios – pensó Oriana- ¿este chico no tiene nada más que hacer? – pero aun así no dejaba de verlo... aunque se encontraba de espaldas, sabia lo que estaba haciendo, hasta ganas le daban de ir con el y ayudarlo, decirle que ya jamás necesitaría esa estúpida mano, pero accidentalmente dio un paso en falso e hizo un pequeño gran ruido, lo cual alarmo e interrumpió a Julian antes de llegar al placer total.
- ¿Oriana? – pregunto Julian–
Orianarápidamente se tapo la boca con las manos para no hacer ningun ruido, se regreso hacia la puerta de la habitacion de Julian, para aparentar que apenas iba a entrar, y se tranquilizo, se puso lo mas tranquila que pudo...
- Si, soy yo... ¿Quién mas? – trato de sonar normal –
- Voy... en un momento salgo – dijo Julian desde dentro –
- Ok, espero – se relajo –
- ¿Te pasa algo? – pregunto Julian una vez que salio del baño –
- No, solo que... - no sabia que decir – no podia dormir.
- ¿Quieres platicar lo que te pasa?
- No, claro que no – sonrió apenada –
- Anda, vamos... seremos compañeros, no te quedara mas remedio que me tomes confianza, y me cuentes que te preocupa.
- Gracias, pero estoy bien – Julian no le creyó –
- Ok, ven siéntate – le estiro la mano y la condujo a la cama - ¿quieres ver tele? acuéstate... no te hare daño – le sonrió y le dio confianza –


Oriana se recostó entre sus brazos, Julian prendió el televisor, y salió un programa donde hablaban de las preguntas inquietantes de los adolescentes, un poco incomodo para ellos dos... para ser realistas.


"Es común que los adolescentes, hoy en día, practiquen relaciones sexuales con sus amigos... para cuando llegue ese momento especial con la persona que realmente aman, estén preparados y sepan como actuar en ese momento, y no cometer torpezas, sobre todo se hace con esos amigos que se les tiene mas confianza, ya que se animarían a hablar del tema, sin pena alguna."


- Que loca la gente de hoy – dijo Orianatomando el control y apagando la tele, recostándose de tal manera que le daba la espalda a Julian
- Si, que loco – comento - ¿somos amigos verdad?
- Si ¿Por qué? ¿No me digas que quieres que practiquemos eso para cuando sea el momento indicado?

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Sky

Detrás de mi ventana. (Adaptada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora