Detrás de mi ventana. (Adaptada)

21.

  -Julian – toco Oriana la puerta de su casa –

Después de unos segundos, abrió con los cabellos despeinados, bostezando y tallándose los ojos.

- ¿Qué pasa pequeña? – dijo muy tierno –
- ¿Te vas levantando? lo siento si te desperté a la 1:00 de la tarde – rio por su comentario –
- Pasa – rio igual – siéntate ¿Qué sucede?
- Es que quería hablar lo de vivir juntos.
- Ah sí, dime – se mostro interesado y se sentó –
- Si, acepto vivir contigo, pero... - hizo una pausa –
- ¿Qué pasa?
- Con condiciones.
- ¿Condiciones?
- Si, dormiremos en recamaras separadas, nos turnaremos para limpiar la ropa, y hacer la comida, barrer, trapear, quitar polvo, veremos que muebles llevamos, los dos iremos de compras... ah – levanto un dedo de su mano – de una vez te digo que no me gusta que la casa este sucia – sonrió –
- ¿Es todo? – pregunto riendo a carcajadas – relájate, te comportas como si fuéramos a casarnos y quisieras que fuéramos perfectos, solo relájate – sonrió tan lindo que puso nerviosa a Oriana-

Esos días, mandaron al personal del papa de Julian a que acondicionaran la casa por que durarían ahí por un buen tiempo, y querían comodidad.

Los días pasaron rápido, mientras que Oriana no dejaba de pensar y de fantasear con Julian, esa escena donde Julian se masturbaba y ella también lo hacia, no fue la primera y ultima vez, esas escenas fueron repetidas por parte de los dos, por alguna razón les excitaba mucho y al día siguiente, fingían que no había pasado nada. Oriana fingía que no lo miraba detrás de su ventana.

La mama de ella la animaba a que cambiara de guardarropa, que empezara una nueva vida, que fuera diferente y se diera una oportunidad con el amor, Oriana como era de imaginarse, se negó.

Se negaba y se negaba a usar ropa ajustada, ropa donde se notara lo voluminoso de su cuerpo, se sentía incomoda, por lo cual solo la convenció para que echara un poco de ropa "sexy" a su equipaje, para... casos de emergencia.

El día mas esperado "llegó". Por fin se encontraban en su casa, listos para comenzar la universidad y la emoción de vivir en New York, sin padres que te regañen por tener el computador hasta la madrugada, sin padres que te den una hora de llegada, o te manden hacer algo que no quieres por flojera, serian independientes, lo cual también incluía trabajar para comer, ya que el colegio, lo pagaban los padres.

-------------------

Sky