20 - El Juicio

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-- Claudia --

Como ya sabréis, después de lo acontecido, han sido unos días demasiado tranquilos, aunque para mí, cargados de emociones. La relación que tengo ahora con Jared es sensacional; nos hemos unido mucho. Cada momento con él es algo especial, algo que disfruto como si fuera lo último que voy a hacer en ese momento. Es tal el latir de mi corazón cuando lo tengo cerca que, a veces, siento que se me va a salir por la boca.

No hace falta que nos digamos las cosas para saber lo que sentimos, nuestros sentimientos. También sé que lo nuestro no está demasiado bien visto y por ello nos respetamos mutuamente; ninguno de los dos da el siguiente paso y es algo que agradezco. Lo amo, con locura, pero no estoy preparada. A pesar de eso, estoy muy segura de lo que siente Jared por mí y ya con eso es suficiente.

Por otro lado están Marion y tita Nicole. Esas dos mujeres que me cuidan como si fuera su hija; se nota que son institutrices ambas. Marion me ofrece las enseñanzas que siempre he querido recibir como una niña más, mientras que Nicole me inspira una confianza increíble. Sé que puedo contar con ambas para lo que necesite. Marion me manda mucha tarea para hacer, a petición mía, pues quiero volverme una niña culta; ya sé leer perfectamente, dando la entonación que debo dar, aunque a veces me quedo un poco atascada. Con el violín también progreso, pero más lentamente, pues jamás había tenido en mi mano algo tan delicado y difícil de aprender a usar.

Después de estas vacaciones a los nervios y el miedo, me he despertado por culpa de Jared, pues se ha levantado de la cama exaltado, mientras sostenía una carta entre sus manos. Aquella citación no tenía muy buena espina, a decir verdad... Nos vestimos y decidimos ir a buscar a Marion y Nicole, a ver si ellas podían explicarnos qué pasaba. A Jared lo notaba nervioso, MUY nervioso, pues andaba bastante deprisa y mi mano la tenía algo más apretada de lo normal. No nos hizo falta andar mucho más para ver que había una congregación en la plaza: había ya varias personas, sobres en mano, tratando de hablar con las dos mujeres.

Marion, como siempre, postrada en su sempiterna esquina tocando el violín, lo que era distinto esta vez es que tocaba una melodía triste y lenta. Nicole, cabizbaja, con la mirada en su nota, mientras escuchaba a su amiga apoyada en una farola. Ambas tenían un gesto serio a la par que triste, sobre todo Marion. A pesar de la gente nueva que entró, uno de ellos ya faltaba: desapareció sin dejar señales. La hermana de Michael murió, en extrañas circunstancias según me contó Marion, aunque no causó nada de revuelo y, pareciera, que a Michael le importó más bien poco. Se comentaba que la chica era un poco ligera de cascos y... bastante facilona.

Jared enfiló a Marion y andó directo a ella, haciéndose hueco entre los presentes.

— ¿Qué es esto? — Alzó la nota mostrándosela a las chicas. Ambas lo miraron, Nicole esbozando una sonrisa amarga y los demás se giraron para mirarle.

— Vaya, vosotros también... — Suspiró Marion. — Es... una citación. Va a celebrarse El Juicio... — Miró a Nicole con tristeza.

— ¿El Juicio? ¿Qué es eso? — Preguntó Gabriel, uno de los nuevos. — ¿Tenemos que ir obligatoriamente? —

— Uno de vosotros será juzgado hoy y tendrá la oportunidad de salir de Innsmouth. Ya sabéis que es la única salida... — Explicó Nicole. — Y sí, deberíais ir... —

— ¿Vosotras también tenéis que ir, no? — Pregunté yo desde detrás de Jared. Ambas mujeres me miraron y fue Marion la que me contestó esta vez.

— No, mi pequeña Claudia... Nosotras... Ya nos dijeron en su día que estamos condenadas a vivir eternamente aquí. Estamos atrapadas en esta ciudad para siempre... — Musitó con tristeza. — Jamás encontraremos una salida para nosotras... Además, es un acto que no queremos volver a presenciar ni Nicole ni yo.. — La morena se acercó a ella y le puso una mano en la espalda, susurrándole un "Venga, Marion. Tranquila".

Entre el bien y el malWhere stories live. Discover now