Capitulo 12:

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Ruben cierra la puerta y toma a Miguel por la cintura, acercándolo y al mismo tiempo haciendo que sus partes íntimas den una fricción sobre la tela. Miguel soltó un pequeño gemido, pero tapó su boca mientras sus mejillas se tornaban de un color rojo. Ruben tomó su mano y la sacó de sus labios, y con cuidado se inclinó para besarlos.

—No, Ruben—Miguel da un paso atrás, pero las manos del castaño seguían en su cintura—Esto está mal.

—No lo está si ambos queremos lo mismo, ¿no crees?—alzó sus cejas castañas, y acaricio su cintura con uno de sus dedos. El príncipe de Inglaterra se relajó bajo su tacto, pero volvió a la realidad luego de segundos.

—Tú eres el único que quiere esto, además para eso está Mali-Koa—dice molesto mientras se suelta del agarre del ojiverde.

Ruben ríe y niega con la cabeza. El castaño se apoya en la puerta, y observa los alrededores del cuarto con paciencia; no era que Mali le gustara es sólo que le pareció guapa y quiso conocerla, pero no sabía que su madre se emocionaría tanto con la idea de hablar con la princesa, que botó a las demás del castillo. Y aunque Mali le agradaba, había algo en su hermano que le llamaba más la atención. Sus ojos negros bajo esas largas pestañas, sus brazos gruesos y aquellas camisas a cuadros que usa constantemente. Miguel tiene algo que lo lleva loco, algo que.. lo tiene de cabeza.

—Tú hermana no se enterará, nadie lo sabrá—dice y agrega luego de una pausa—Sólo estamos nosotros dos, en esta casa y compartiremos un cuarto. Tendremos que cuidarnos mutuamente, y sé que en ese transcurso de tiempo algo pasará entre nosotros—Ruben dice con una sonrisa cálida. Como si él pudiese ver el futuro y estuviese predicando lo que iba a pasar.

Miguel alza los hombros sin restarle mucha importancia.

—No tendré nada contigo, uno porque eres hombre y yo también—mira directamente a los ojos de Ruben, y agrega—, dos Mali es mi hermana y ella es tu esposa. Debes respetarla hasta el día tu muerte o él de ella.

—No nos hemos casado, Miguel. Ella es sólo mi prometida, no es nada mía hasta ahora.

—Claro que lo es, idiota. Y no se te ocurra hablar así de Mali, ella te ama y debes aceptar ese amor quieras o no. Porque si no la amas, no entiendo ¿cómo diablos pudiste pedirle la mano?—pegunta frustrado. Miguel no lo entendía, por muchas veces que Ruben le diera la respuesta miles de veces no entraba en su cabeza de ninguna manera.

—Y aquí vamos otra vez—coloca sus manos en sus bolsillos y con cuidado mira sus zapatillas algo sucias por la tierra del jardín—Le pedía la mano porque necesitaba que mis padres se sintieran orgullosos de mí, necesitaba que alguien me ame de la forma en la que mis padres no lo hacen. Quiero hacerlos felices y así se hagan notar, y no seguir siendo la sombra negra de la familia Doblas. —aprieta su puño, su voz iba alzándose con cada palabra más, a tal punto que le estaba gritando a Miguel sin darse cuenta—¡Quiero volver a ser el engreído de la familia, ¿vale?! Quiero volver a conversar con mi padre sin que mi hermana se meta de por medio, quiero volver a hacer pasteles con mi madre sin que mi hermana se burle sobre todo lo que hago. Quiero volver a ser niño, Miguel. Quiero volver a ser niño..—dice al borde de las lágrimas, y el pelinegro camina algo incómodo y lo abraza. Sus brazos pasan por la espalda de Ruben, y junta sus manos creando una pequeña barrera entre los dos.

Ruben solloza en el pecho de Miguel, y aunque el tamaño de altura hiciera que el castaño se encorvara eso no le importó a ninguno de los dos. El pelinegro pasa sus dedos por el cabello contrario, y con serenidad deja que Ruben se desahogue, porque era mejor hacerlo antes de que explote por completo.

—Ruben, mírame a los ojos—el nombrado hace caso, y el ojinegro puede darse cuenta que estos están algo rojos e hinchados—Tus padre te valoran y te estiman demasiado, pero ahora tu hermana está en sus vidas y cómo tu está grande ellos saben que tienen que dejarte ir de a poco a poco, y es por eso que se enfocan más en Darly. No eres la sombra de la familia, eres sólo un príncipe estresado por todos los cargos que tienes, por todas las fiestas de honores que debes ir y todos los modales que debes aprender. Te entiendo perfectamente, y yo solía creer, bueno lo sigo pensando, que Mali siempre era la estrella de la familia o, mejor dicho, del país entero. Pero me di cuenta que se enfocan más en ella porque ella va a ser la reina, ella representará a Inglaterra en alguna catástrofe o guerra. Ella será la esperanza del pueblo, y yo sólo seré su apoyo. Pero prefiero ser aquello antes de tener tremenda responsabilidad como la de mi hermana.

Ruben lo queda mirando algo asombrado. Lo que dice Miguel tiene toda la razón del mundo, pero siempre su mente lo dirige y aquello lo hace pensar que Darly sigue siendo la pequeña joya de la familia, mientras que él es sólo el cobre usado de la esquina. En realidad ambos tenían razón. Los padres del ojiverde lo amaban con fuerza, pero debían enfocarse más en su hermana por naturaleza, pero a veces ambos reyes dejaban de lado a su hijo mayor y sin quererlo lo herían más. Y Ruben, como todo adolescente, odia mostrar sus sentimientos y es por eso que los esconden con esa capa de frialdad y maldad que suele tener.

Y Miguel lo entiende, porque también es un adolescente.

—Es que tengo esa sensación de que mi corazón está a punto de romperse, y quiero llorar y llorar. —el castaño explica mientras soba su ojo derecho, y sorbe su nariz.

—¿Qué quieres que haga?—Miguel pregunta algo inquieto. Siempre ha odiado ver a las personas tristes.

—Qué me beses.

—¿Qué?—Miguel se sorprende ante tremenda declaración.

—Qué me beses—vuelve a repetir Ruben.

El pelinegro suspira mientras cierra los ojos, si eso hacía que Ruben dejara de quejarse sobre su vida lo haría. Con cuidado alza sus manos, y sus dedos tocan los labios contrarios. Se acerca a estos, y los besa con rapidez.

Ruben se asombra, y sonríe. Claramente este había sido su plan B, y si llorar todas las noches iba a hacer que Miguel lo besara, no dudaría en ponerlo en práctica.

—¿Mejor?

—Mucho más.

 [Estoy en exámenes. Lamento la demora]

Give Me Love|| RubelangelWhere stories live. Discover now