―Laxus Yuriy Dreyar ―frunció el ceño pero sus labios formaban una sonrisa―. Ya arruinaste todo... ―lo empujó lo suficiente para ponerse de píe, acomodarse el camisón y encaminarse a las escaleras de la casa del rubio.

―Pe-pero... ―la miró sin creérselo―, no me vas a dejar así de duro... ―se miró la entrepierna― ¡Hey!

―Ya te he dicho que tu vocabulario me saca de la atmósfera ―volteó a verlo con la ceja alzada.

―¡Vamos, Mira! Es solo para crear el ambiente... ―se acercó a ella e intentó abrazarla pero fue recibido por el dedo de ella en su pecho.

Señal inequívoca de que estaba enojada.

―No estamos en una porno, Laxus... ―lo picó en el pecho otra vez y el retrocedió un paso―, no necesito oír que tan húmeda estoy o que tan duro estás tú... ―le miró en la entrepierna― Te digo que eso lo siento...

Él sonrió divertido pero volvió a su cara sería cuando ella volvió a verle a los ojos.

―Y por eso ya no estoy de humor... ―terminó y se volteó de nuevo.

No seas mala, Demonio... ―la observó subir las escaleras y susurró― ¡Maldición!

―¡Te escuché! ―la albina lo miró por sobre el hombro y frunció el ceño― Dormiré en la habitación de invitados...

―¡¡NO!! ―chilló y corrió escaleras arriba―. No me castigues así, vamos ―le sonrió lascivamente cuando la alcanzó y le puso un brazo sobre los hombros―. Sabes que he mejorado, y entiendo porque no te gusta que hable así, pero por un caraj...

―Mañana me quedaré con Er Chan... ―dijo la mujer y terminó de subir las gradas desembarazándose del brazo del rubio.

―¿Lo harás para castigarme? ―la siguió por el pasillo.

―No, quiero hablar con ella y además quiero conocer a su tutor... ―Laxus vio como sonreía con una especie de malicia―, Gajeel me contó cosas interesantes y quiero comprobarlas por mí misma...

―Espero que no estés sospechando de Jellal, o algo raro, él es un buen tipo.

―¿Por qué debería sospechar algo de él? ―lo miró inocentemente― ¿Hay algo que debería saber?

―N-no... ―carraspeó―, ya te dije que él y la jodid... la pelirroja se llevaron bien...

―Eso es precisamente lo que me interesa ―volvió a sonreír dulcemente y Laxus tuvo una idea de lo que planeaba.

―No estarás... ―entrecerró la mirada―, sabes que Erza se enojará si se da cuenta de lo que planeas...

―Ara~ ―se llevó un dedo a la mejilla― ¿y qué se supone que planeo?

―¡Ja! ―le dio una sonrisa de medio lado―. Solo recuerda que eres un demonio, no cupido... ―y sin dejarla responder se agachó y se la echó al hombro―. ¡Mi demonio...!

―¡La-laxus!

―Ya, ya... discutiremos en nuestra habitación mi castigo... ―levantó la mano y la nalgueó con cariño―. Estoy seguro que se te ocurrirá algo, y ya que mañana te pondrás en modo casamentera merezco algo por ser un celestino y permitirlo...

Mirajane sonrió divertida.

...Ella había elegido bien, y por eso sabía que podía ayudar con eso a su amiga...

DULCE DESTINOWhere stories live. Discover now