Capítulo catorce.

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Capítulo dedicado a: vans_stylinson inadaptommo britney33 P0yit0c0nLi4m (acepto que demoré en escribir tu user, kdcirt) NiallQueen-LS

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Louis olfateaba con su tierna nariz de botón el jersey que Harry le había prestado para que no pasara frío, Habían terminado de ver Mulán y el castaño le pidió por favor que vieran "La Cenicienta", claramente el rizado no pudo resistirse a esa tierna carita y le dijo que no. Claro que se carcajeó unos cinco minutos antes de ir a buscar su Laptop para conectarla a la TV que tenía en su habitación y así poder ver la jodida película. Mientras cargaba bajaron a la cocina para preparar algo para comer mientras venían el filme.

—Harry... —Susurró Louis, el rizado volteó su cabeza hacia el castaño alzándole una ceja indicándole que continuase— ¿Harás sandwichitos? —Consultó el pequeño ojiazul.

Harry río. —No, haré sándwiches grandes. —Louis frunció el ceño.

—Tonto. —Louis le sacó la lengua, mientras Harry reía. El rizado siguió con su ardua tarea de freír el tocino y Louis cortaba el pan con cuidado, y con un cuchillo mantequillero. Mientras el ojiverde cocinaba el tocino y un buen pedazo de bistec para él y uno muy pequeño para Louis, el último untaba los panes ya abiertos con mayonesa. —¿Así Hazza?

—¡Cómo me llamaste! Ya te he dicho que no quiero tus apodos de mierda. —Exclama el rizado con una mueca de displicencia en la cara, Louis se encogió en sí mismo y bajó su mirada, justo en ese instante sus zapatillas arrimadas una encima de la otra se volvieron absolutamente interesantes. Harry lo notó. —Perdóname, yo... sí te hace feliz... oh mierda jamás pensé que diría esta estupidez —susurró para sí mismo— Llámame Hazza, es mucho mejor que Hatty.

Louis alzó la mirada con entusiasmo, y una gran sonrisa pintada en su bello rostro. —¿De verdad puedo? —El rizado asintió volteando la carne— Oh Hazza estoy tan feliz, llamarte Harry era tan incomodo, sentía que hablaba con un Harry Potter pero un Harry Potter demasiado aburrido, y... —Callo al sentir unos gruesos labios presionarse contra los suyos, abrió sus ojos con mesura pero los cerró al instante al saber que era Harry, sus brazos tímidos subieron al cuello del rizado acariciando sus rizos, Harry ni tonto ni perezoso aprisionó aquella delgada y sensual cintura. Se separaron luego de un rato, el ojiverde con alivio de no oír más al parlanchín castaño y este último con una sonrisa tierna en su sonrojado rostro.

El rizado terminó los emparedados y le indicó a Louis que sacara una lata de cerveza para él y eligiera una lata de Jumex o Coca-Cola para sí. El castaño eligió obviamente el jumex de piña. Subieron y se acomodaron en la gran cama del rizado, quien había vuelto a bajar por el bowl de palomitas. —¡Ya va a empezar! —Exclamó Louis y el ojiverde asintió recostándose a su lado.
...

Amor ya nos vamos... —Jay junto a Anne entran a la habitación del rizado los encuentran dormidos abrazados el uno al otro en la cama, ambas rien y esperan a que los bellos durmientes (como los llamaban antes) despertaran.

Mientras mamá Anne y mamá Jay tomaban té y comían de las galletas que habían traído de su "paseo" recordaban como fueron sus años mozos, como se hicieron amigas en el consultorio del médico y cada recuerdo se unía a una risa melancólica.

«Una mujer de unos veintitantos lloraba arrinconada en aquellas incómodas bancas de aquel hospital, un muy sucio hospital hay que decir, quien era observaba por otra mujer muy alta y muy flaca, quien cuidaba que su pequeño hijo no hiciera algún desastre o que no se metiera nada a la boca. Desde que su segundo hijo comenzó a caminar todo fue un verdadero caos, sin embargo llamó a su pequeño para tomarle la mano, el pequeño le dio una mirada inquisitiva pero aún así siguió a su mamá.
—¿Disculpa...? —Cuestionó la de ojos verdes a la muchacha que seguía llorando—; ¿Te sucede algo malo?
Ella subió su mirada enseñándole unos acuosos ojos azules, le dio una tímida sonrisa y negó. —Uh, no. Nada... m-malo.
—Déjame decirte cariño que nadie llora así por "nada malo" —Imitó unas dramáticas comillas con una sola mano ya que la otra tomaba con seguridad y cariño la mano de su hijo.
La mujer que aún lloraba miró al niño con ternura. —E-estoy embarazada... Y, no lo sé. Debería estar feliz, n-no sé porqué no lo estoy. —Tapó sus ojos mientras nuevamente rompía en llanto, la otra mujer la observaba con pena, como pudo y sin soltar a su hijo la abrazó y le susurró tiernas palabras de aliento.
—Un bebé siempre es una bendición amor.
—Lo sé, no es el primero. —Dijo secándose las lágrimas—, con mi pareja no tenemos la mejor situación y ahora este bebé... Oh Dios, fuimos tan irresponsables, no parecemos adultos.
—Estoy segura que él estará feliz también, y sus hermanitos cuidarán mucho de él o ella. Mi hija mayor al principio se rehusó a aceptar a mi Harry, pero ahora lo adora.
—¿Sí? —Ella alzó una ceja en dirección al niño que ahora sabía que  su nombre era Harry, nombre digno de un caballerito tan lindo como lo era el pequeño con sus ojos verdes y su pelo amarillo.
—Soy Anne, y me está dando hambre y estoy segura que este mounstro me pedirá comida rápido, te invito un jugo para seguir esta conversación. —Le sugirió.
—Acepto, soy Jay por cierto. »

Flowers before Tattoos [larry stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora