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Capitulo diez: Ese no era yo.

Lucy estaba sentada junto a un peli rosa en el mesón del gremio. El chico estaba con la vista gacha, y la peli dorado estaba viéndolo con una mirada compasiva. Natsu no tenia ninguna herida en su cuerpo, pero aun no se dignaba a levantar su mirada.

-Natsu…

-¡Llamas!-El peli rosa vio encima de si mismo, Gray lo tomo de la bufanda de manera inmediata, levantándolo a la fuerza y a mismo tiempo, sonriendo.

-Gray…. Déjame.
Indicó el peli rosa mientras lo veía de manera fija, sin ambargo, se quejó en el momento que Gray lo golpeó en el rostro con su mano empuñada.
Lucy lo vio, e inmediatamente notó que el peli rosado se veía con una mirada totalmente desanimada.

-Realmente no quiero pelear.-Dijo mientras comenzaba a levantarse, inmediatamente Gray  solo se mostró raramente molesto, por lo que empuñó su mano con aun mas fuerza lanzando al peli rosa al suelo, este mismo solo cayó mientras veía la manera en que una línea de sangre caia por su boca. No le importó, puesto a que se limpió la boca con la manga de su chaleco notando asi que era mas de la que creía.

-Natsu….-Lucy lo dijo mientras avanzaba a el, Gray solo giró algo sorprendido mientras iba a beber un poco de cerveza o malteada.
Natsu quedó en el suelo, mientras veía alrededor de una manera aun más extraña que momentos atrás, no sabía la razón del porque, pero jusamente en esos momentos podía ver la manera en que al lado, o mejor dicho alrededor de Lucy, se estaba un aura oscura en totalidad, al igual que en Gray y sus amigos caza dragones. Decidio ver a los demás, todos tenían blanco en lugar de negro, lo cual le  desconsertó bastante a decir verdad.

-Hey… ¿Estas bien?....-Preguntó la peli dorado mientras se agachaba y colocaba su mano encima del hombro masculino, el dueño de este mismo solo asintió sin decir ni una sola palabra.
Lucy lo vio preocupada, aquel peli rosa aun no mostraba su cálida sonrisa desde hacia ya una semana, eso era bastante tiempo para el gremio, y junto a aquella sonrisa habian desaparecido sus bromas, juegos torpes y peleas.... aquellas peleas que siempre empezaba y hacia mas vivo al gremio.
Todo debido a aquel maldito mago oscuro y la escena de aquella rubia muriendo.

-Natsu..... deja de culparte por el hecho de que estuviste asi, no eras tú. -Dijo aquella rubia mientras trataba de animar al peli rosa, este solo se limitó a ver al suelo con seriedad.

-Ese no era yo.... eso es lo que me dices, ¿Verdad...? -Preguntó el peli rosa mientras veía a su palma derecha por unos segundos. Inmediatamente cerró sus ojos con fuerza y en silencio.

Un nuevo recuerdo se le había presentado, el aroma a sangre lo rodeaba, y el gremio no se estaba a su alrededor. Natsu estaba de pie con la vista dirigida a la luna de tono rojizo, a su lado se lograba ver a Jackal y más de aquellos demonios masacrando una aldea por aburrimiento inicialmente.  En esta ocasión el no quedó fuera, sus ojos escarlatas y fríos observaban la manera en que las cenizas impregnaban el cielo.
-Mamá..... papá..... -Natsu agachó su cuerpo al escuchar los pedidos de socorro por parte de la pequeña, inmediatamente la tomó por su frágil cuello, levantandola con una gran facilidad.

-Mamá y papá murieron, yo les maté, y hueles idéntico a ellos dos por alguna razón, me eres repulsiva, asique pienso en que podría hacerte una pequeña tortura antes de matarte. -Natsu sonrió.
Junto a esa sonrisa, un par de lágrimas cayeron por los ojos miel de la pequeña, la cuál golpeaba con sus manos pequeñas aquel brazo que sostenía su cuello.
Natsu comenzó a ejercer fuerza con su brazo derecho, la niña se quejó y cerró sus ojos aún llorando.

-¡END! -El peli rosa dejó de estarse en aquel trance provocado por aquella mirada casi apagada en totalidad, ya que sus instintos hicieron que soltase a aquella niña y diera un salto hacia atrás, lo hizo, e inmediatamente vio una alavarda clavada en el suelo totalmente.
Una sonrisa salió de aquellos labios, pero junto a ello esa sonrisa se transformó en una totalmente psicópata, por lo cual el oji escarlata cubrió su boca con una mano mientras aterrizaba.

-Mal hábito otra vez, casi dejo salir mi peor faceta. -Natsu suspiró al exterior, y se levantó mostrando en esta ocasión lo que antes era oculto por una capa ancha y larga que cubría todo su cuerpo, eso fue debido a que esta cayó y el quedó descubierto. Aquellos afilados colmillos que se mostraron en el momento que estaba volviendo a la normalidad no pasaron desapercibidos, junto a ello, las marcas oscuras que se asimilaban a patas de araña recorrían ambos brazos descubiertos del demonio, permitiendo ver también la marca de una agrupación.
Su camisa negra llena de sangre ocultaba lo ultimo, pero en esas zonas se estaba mas húmedo y oscuro.
Sus pantalones negros dejaban ver unas cadenas que colgaban de su cintura, además de candados.
Natsu se limitó a ver a quien habia lanzado aquella arma, se lograba ver a una mujer de cabellos rojos, uno largo y con ondas que le llegaba hasta su cintura, al mismo tiempo, sus ojos dorados mostraban un candente brillo, y su figura era hermosa.
El demonio pensó en como se vería aquella mujer siendo fiel a él. Ordenarle a aquella mujer y poderla transformar en un demonio.
Antes de llevar a cabo algo contradictorio, preguntó.

-¿Porqué desperdicias tu vida por la de una humana que no tiene padres? No los devolveras.
Antes de que aquella chica respondiera, el alarido de aquella pequeña se presentó, Natsu vio a el origen y logró notar algo que el reconocía, un cadaver común habia cortado la garganta de la menor, y ella caia al suelo tratando de respirar mientras perdía su vida. La peli roja quedó con sus ojos abiertos de par en par al ver como la luz de aquel mirar desaparecía, hasta que la pequeña no fue mas que un cadáver nuevo.

-Maldito.....
Natsu sonrió ante ello, y cuando la peli roja iba a avanzar hacia el lo perdió de vista, por lo que se detuvo.

-¿Me buscabas? -La mujer vio a sus espaldas, pero no pudo hacer nada, ya que de un momento a otro fue llevaba a un árbol ,que afortunadamente seguia de pie, y fue atada con las cadenas ahora fuera del cuerpo del demonio.
El peli rosa avanzó a ella con tranquilidad, y en cuestión de segundos tenia su mano derecha tomando el rostro humano. Ella no queria verlo, pero fue forzada a hacerlo tras haberse quejado.

-Maestro, ya matamos a todos los humanos de aqui, ahora, nos marchamos. ¿Lo esperamos?

-No se preocupen por mi, me quedaré aqui, tendré mi momento de entretencion propio con esta humana insolente.
Los demonios obedecieron, y de un momento a otro se vio la manera en que Natsu devolvía su mirar a la mujer.
Sonriente, bajó su mano restante por el vientre femenino, y de un momento a otro una daga de color plateado fue la que reemplazó el vacio de la mano derecha , ahora lejos del rostro femenino.

-¿Que me harás? Ser repugnante.

-Divertirme. -Indicó este mientras colocaba su mano derecha encima de la clavicula femenina, inmediatamente y con brusquedad cortó aquella piel, provocando un forzoso alarido en aquella peli roja.

-¡Natsu!-Un gritó lo trajo de vuelta a aquel presente, vio a su alrededor, notando asi que estaba en frente de aquella rubia, y esta tenia un vestido de color negro en su cuerpo.

Tu OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora