Capitulo 26

5K 301 603
                                    

-¡Louis!

Grité de placer mientras aun saltaba encima de él, sintiendo sus manos sobre mis caderas al ayudarme para subir y bajar.

Los días de lluvia eran mis favoritos porque podíamos hacer un poco más de ruido mientras teníamos sexo en su auto, lo que lo hacía más conveniente cuando vivías en Inglaterra.

-¿Louis?-le susurré al oído.

-¿Si?-dijo agitado- Pensé que decías mi nombre porque ya....ya ibas a acabar.

-Necesito....-gemí apoyándome aun en su cuello-necesito decirte algo.

-¿Tiene que ser ahora?

Se detuvo en seco y me hizo odiarlo por esto.

-No-negué y volví a poner sus manos sobre mi trasero.

Él asintió rápido y seguimos, hasta cuando la lluvia se convirtió en una pequeña llovizna, avisando que nuestro tiempo se estaba acabando, por lo que fue algo realmente rápido, brutal, dejándome sin aire y mis piernas temblorosas, haciéndonos acabar al mismo tiempo.

Aún mantenía mis manos en su cuello, ya que necesitaba algo de apoyo por cómo me estaba follando, pero fui soltándolo de apoco y él lo agradeció, ya que las marcas de uñas en su cuello no se ven muy profesionales, según él.

-¿Qué cosa...?-tragó saliva aun cansado-¿qué cosa querías decirme?

-Me quiero hacer un tatuaje.

Me miró confundido, con el ceño fruncido y como lo conocía, hasta pensó que era una broma.

-Qué tú quieres... ¿Qué?

-Un tatuaje.

-Olvídalo, no te apoyo en esa estupidez.

-No es una...Louis.

Me tomó desde las caderas y me sentó en el asiento del copiloto, haciéndome sentir de nuevo como una muñeca de trapo que movía de aquí para allá con el mas mínimo esfuerzo. Odiaba su fuerza.

Limpió todo su desastre, para tratar de sacar las manchas que yo le había dejado en su camisa y sin previo aviso puso el auto en marcha, condujo los pocos metros que nos separaban de mi casa y se estacionó afuera.

-¿Eso es un no? Sabes que no estoy pidiendo tu permiso.

-Entonces hazlo, no sé por qué me lo dices.

-¿Por qué te niegas tan rápido?

-¿Pagarle a alguien para que te marque para toda la vida?

Me vestí mientras él me daba un gran sermón sobre que debía querer y respetar mi cuerpo, por lo que cubrirlo de tinta no era una de las mejores maneras. Que habían personas que tenían enfermedades gracias a agujas sucias, que el tatuaje podía quedar mal y remarco unas cien veces las palabras "de por vida".

-Escúchame-me senté en su regazo-quiero hacer esto.

-¿No me acabas de escuchar?

Levanté los hombros dándole a entender que podía estar años hablándome, pero aun así iba a querer esto.

-¿Y qué quieres hacerte?

-No lo sé aun.

-Genial. Quiero marcarme como un cerdo, pero aun no decido cual marca tendré. ¡Ah! Y por si lo olvidabas, es para siempre.

-¡Louis!-lo regañé-solo...no hay tiendas de tatuajes en la ciudad y...

-Somos afortunados.

-Pero hay una en Manchester.

Infracciones de amor {Larry Stylinson} [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora