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Caí a piso cuando una patada choco contra mis antebrazos, los cuales protegían mi rostro de cualquier golpe.

— ¿Crees que así lograras rescatar a tu amigo? - Pregunto mientras se acercaba a mi, observándome desde arriba con severidad.

— No es mi culpa, golpeas muy fuerte y...

— ¡Ja! Como si eso le importara a ese impostor - Desenfundó su arma y apunto directamente hacia mi frente, me arrastre alejándome de él, ¿qué estaba haciendo? - En este momento podría apretar el gatillo y no me importaría, y sí a mi no me importa; para él seras solo una mota de polvo.

De alguna forma me dolieron sus palabras, ¿hace unos días no se preocupaba por mi? Asentó con la cabeza y me levante del suelo. Seguía apuntándome con el arma, mire su rostro y note como sus ojos se habían vuelto más opacos, no tenían brillo.

— Shadow ya puedes bajar el arma — Dije algo insegura de que me hiciera caso, ignoro mis palabras, retrocedí unos pasos y él avanzo — ¡Shadow baja el arma! - Ni aunque mi voz sonara firme podía hacer que el parara.

Saque mi martillo y seguí retrocediendo, ¿Ahora qué castañas le pasaba?

- Podría jalar el gatillo... Y no me importaría - Su voz sonó ronca y áspera, este no era él. Era otro. Jadee cuando mi espalda choco contra un árbol, impidiendo que pudiera retrocediera más.

En cuanto puso su dedo en el gatillo alce en martillo y golpee uno de los costados de su cuerpo, provocando que su cuerpo fuera expulsado unos metros lejos de mi. Sin darle la espalda comencé a retroceder a otra dirección, ¿por qué actuaba así? Casi me dispara. Él no haría eso, ¿verdad?

— ¡¿Qué demonios te pasa!? - Exclamo él una vez que se había apoyado en el suelo, está sobando su cabeza y me miraba con el ceño fruncido hasta más no poder - ¿¡Por qué me golpeaste?!

— ¡Porque ibas a dispararme, por eso te golpee! - Tenia que admitir que seguía asustada, su miraba carmesí estaba inyectada en odio e ira.

— ¿Acaso eres estúpida? ¡Yo no nunca te dispararía!

— ¡Lo ibas a hacer Shadow, me apuntaste en la frente! Ibas a presionar el gatillo- Me miro por unos segundos extrañado pero luego, volvió a fruncir el ceño; de forma seria.

— Maldición... - Se levanto de manera brusca del suelo y comenzó a caminar hacia mi.

— Shadow, alejate de mi - Dije, en forma de advertencia mientras presionaba más en mango del martillo, estaba dispuesta a golpearlo si me ponía un dedo encima. Pareció entender ya que se detuvo de golpe y me miro con... ¿angustia? Ahora no confiaba tanto en él.

Comencé a correr hacia alguna parte del bosque ignorando por completo sus llamados.

«Podría matarte y no me importaría»

Como si esas palabras fueran combustible empecé a correr con mayor rapidez, realmente podría matarte y no le importaría, subí a un árbol que estaba en frente de mi y me senté en unas de las ramas, escuche a lo lejos como sus pasos se acercaban.

Shadow P.O.V

Maldición, maldición, ¡Maldición!

Oye calmante solo fue una broma, yo no tengo la culpa de que ella no tenga sentido del humor.

«¡Tu te callas, por tu culpa ahora ella me odia! ¿¡En que demonios estabas pensando cuando me hiciste apuntarle con la pistola?!

Solo era una broma...

¡Suficiente! De ahora en adelante seré yo quien lleve el control. No sirves más que para causarle problemas

Seguí corriendo intentando alcanzar a Amy, tenia que disculparme cuanto antes, no quería perderla a ella también. Pero cuando todo tu cuerpo duele debido a que acaban de golpear con un martillo gigante es difícil correr.

Me detuve debajo de un gran árbol, la había perdido, mire en todas direcciones, nada, la había perdido. Demonios.

— Maldición Amy, yo... Yo lo lamento. N-no quería asustarte o dispararte — Realmente quería disculparme con ella, me apoye en el tronco del gran árbol y comencé a caer hasta quedar sobre el suelo húmedo - Yo jamas podría hacerte daño...

— ¿Jamas?

— Jamas.

— ¿Jamas de los jamases?

— ¿Qué parte de jamas no- Espera un momento, ¡Amy! - Mire hacia arriba sorprendido y la encontré a ella sentada en una de las ramas del árbol, una sonrisa burlona se poso en su rostro. ¿Se estaba burlando de mi? - ¡Pudiste decirme que estabas ahí! - Exclame mientras me cruzaba de brazos y miraba hacia otro lado.

Pedirle disculpas a alguien es algo que nunca había hecho, ¿y ella logra que yo lo haga?

— Tenia que escuchar lo que ibas a decir - Se encogió de hombros y comenzó a balancear sus piernas, seguía con esa sonrisa en su labios y sus ojos no dejaban de mirarme, esos benditos ojos, ahg. — ¿Me dirás que te sucede?

— No.

Realmente no pensaba decírselo es como: "Oye Amy, quería decirte que mi consciencia tiene mente propia y que a veces me controla, ha y que discuto con ella" Se oye totalmente absurdo y estúpido. No, no se lo diré. La mire por unos minutos y note como me miraba suplicantes con sus ojos... Esos endemoniados ojos color jade... ¡Ahgr!

— ¡Deja de hacer eso! - Exclame cuando me levante de golpe, apuntándola con mi dedo índice.

— ¿Hacer qué? - Pregunto, moviendo su cabeza a un lado, provocando que una ligera linea de luz que se volaba entre las hojas iluminara sus ojos, volviéndolos más brillantes.

— ¡Eso! Mirarme con esos ojos, ¡son molestos!

— ¡No puedo hacer eso, son mis ojos! ¿Qué quieres? ¿Qué me los arranque? — Bajo del árbol y se coloco a centímetros de mi cuerpo, poniendo sus puños sobre sus caderas — ¿Qué tienes contra mis ojos? ¿Te molestan demasiado acaso?

— No.

— ¿Entonces?

Tome su rostro entre mis manos y cerré la poco que no separaba, juntando nuestros labios. Sus labios eran tan suaves y cálidos. Me separe de ella y la mire directo a los ojos. Esos benditos ojos jades.

— Me vuelven loco. — Susurré, para luego volver a besarla.

De ahora en adelante yo tendría el control sobre mi cuerpo, nadie más.

-

Tiempo PerdidoWhere stories live. Discover now