Cruce de miradas [JiKook]

.Otra vez.

Jungkook y Jimin aún seguían recostados en la cama, pero el menor se vio obligado a levantarse debido a la sed.

—Jiminnie, ¿podrías darme un poco de agua?

El mayor se revolvió entre las sabanas, demostrando pereza.

—Lo siento Kook, estoy vago, pero mi casa es tu casa, ve a la cocina, y sírvete cuanto quieras—dijo sonriendo, para luego estirar su brazo, y acariciar la mano del menor.

—Está bien— dijo, mientras se agachaba para darle un beso en la cabeza—.  ¿Tu quieres?

—Bueno, gracias.

El menor le sonrió, luego salió por aquella puerta.

POV -Jungkook-

Salí de la habitación, y comencé a caminar por el largo pasillo, mientras hacia esto iba mirando las fotos colgadas en las paredes, se veían un poco deprimentes, sin alegría, ni sonrisas, pensar en ello me daba melancolía, por lo que deje de mirar, y continúe con mi caminata.

Al llegar al borde de la escalera, divise algo al final de esta, aquello era una persona la cual me miraba fijamente, con un rostro serio, sin emociones.

—Young—pronuncie por lo bajo.

El miedo me invadió, aún no sabía cómo reaccionar ante él, por lo que decidí regresar donde Jimin, pero este me detuvo con una demandante voz antes de poder darme la vuelta.

—Espera, no te vayas, hablemos—dijo con una corta sonrisa, la cual me dio escalofríos.

—B...bien— dije, comenzando a bajar las escaleras.

Por alguna razón sentía un aura pesada, la cual no me dejaba pensar correctamente.

Al encontrarme frente a él me di cuenta de lo pequeño que yo era, definitivamente ahora entendía como se sentía Jimin al lado mío.

—Sígueme, mi oficina es mejor para hablar—ordenó, para luego empezar a caminar, yo me limite a seguirlo con una prudente distancia.

Llegamos a una de las puertas de aquel pasillo, y ahí se detuvo. El la abrió, y luego apoyado en el marco de la puerta me indico con la cabeza que pasara, y así hice, se que estaba cometiendo una locura al ir allí, pero realmente quería intentar ayudar a Jimin, convencer a Young de poder mejorar, y que Jimin logre tener una familia feliz, a diferencia de mi.

—Puedes sentarte en la silla de allí— dijo, señalando con el dedo.

—Gracias.

—No me agradezcas— dijo Young, comenzando a cerrar la puerta detrás de él.

—No creo que haga falta cerrar— dije temeroso.

—Sabes, creí que sería más difícil convencerte de venir, pero esto ha sido demasiado fácil—dijo Young, cerrando la puerta con llave.

—¿Señor Young?— pregunté asustado.

—¿Realmente esperabas que yo te llamara a hablar? Basura, ¿pensabas que te aceptaría o algo así? Me das asco— dijo, apoyándose en la puerta.

—Yo... ¡No entiendo cual es su problema! ¿Por qué es así? Solo hace sufrir a su familia, ¡usted es el único que da asco! ¿Cómo se atreve a pegarle a una mujer? ¡Cobarde!—grité enfurecido.

—Maldito hijo de puta. ¿Cómo siquiera te atreves a hablarme así? Ni te atrevas a mirarme a los ojos, solo arrodíllate y ruega por tu vida, maldita escoria. Eres el único que arruinó esta familia, ¡asqueroso marica!— me gritó, mientras se acercaba con una mirada fría, y llena de odio.