.Subin.

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La habitación se encontraba iluminada por los rayos del sol, y un olor a café recién hecho comenzaba a llenarla.

Jimin comenzó a desperezarse entre las sabanas, mientras un bostezo se escapaba de su boca.

—... ¿Qué hora es?—preguntó, pero no hubo respuesta alguna—.  ¿Jungkookie?— preguntó, levantándose de la cama—.  Hace frió—comentó, para luego verse a si mismo escaso de ropa—.   Ooh...claro— pronunció con una sonrisa.

—Jimin, si estas despierto ve a bañarte, yo estoy preparando el desayuno—gritó Jungkook desde la cocina.

—Pero no tengo cambio de ropa.

—Toma alguna mía, y ve rápido, ya casi término.

—Bien.

Jimin se acercó hasta los cajones de Jungkook, abrió uno, y agarro una remera de mangas largas azul, y un pantalón de jean, luego abrió otro cajón, y con una sonrisa observo la ropa interior.

—No sabía que te gustara la ropa interior con conejitos— gritó riendo.

—C...cállate, me la regalo mi madre, idiota. Solo ve a bañarte— respondió el menor avergonzado.

—Me quedare con este—susurro Jimin, sosteniendo un boxer negro.

[...]    

Luego de quince minutos, Jimin salió de la ducha, y una vez cambiado se acercó a la cocina, donde pudo ver la mesa llena de comida deliciosa, y a Jungkook de espaldas sirviendo el café.

—Buenos días— dijo Jimin, besandole el cachete— ¿Cómo esta mi esposa?—preguntó burlón, mientras lo abrazaba.

—Idiota— susurró sonrojado—.  Estoy bien, aunque me duele un poco la espalda.

—Luego te pondré un parche para el dolor— dijo, mientras cerraba sus ojos.

Estar cerca del menor realmente lo relajaba.

—¿Tienes sueño?— preguntó mientras se daba la vuelta, y le correspondía el abrazo.

—No, es solo que esto es agradable—dijo abriendo lentamente sus ojos, para luego darle una mirada profunda, provocando en Jungkook un fuerte sonrojo— Desayunemos—ordenó, dándole después un beso a la frente del menor.

—Siéntate en la mesa, llevare las tazas.

—Bueno, esposita— dijo, riendo.

—Aigoo...— pronunció mientras sonreía.

Una vez sentados, Jimin empezó a mirar a Jungkook de forma cariñosa.

—¿Qué tanto me ves? ¿Tengo algo en la cara?— preguntó, mientras que trataba de verse el rostro con una cuchara.

—¿No puedo mirarte?

—¿Eh? Oh...si puedes, pero no tan fijo— respondió, bajando la mirada avergonzado.

Jimin, quien estaba sentado frente a Jungkook, se paró de su asiento, y se sentó al lado de él.

—¿Q...qué?

—Dame de comer— ordenó Jimin.

—Come por tus propios medios.

—Ahora eres tímido, pero en la noche no lo parecías tanto— dijo mientras sonreía.

Al escuchar esto Jungkook tomo un pan tostado y lo estrello contra la boca de Jimin.

—Come y calla...— dijo para luego tomar su bebida.

Cruce de miradas [JiKook]Onde histórias criam vida. Descubra agora