Capítulo 5

Mulai dari awal
                                    

—Deja de hacerme preguntas, Vid. Estoy confundida —digo intranquila.

—¿Confundida? ¿Qué pasó ayer? —Insiste.

Lo pienso un instante antes de contestar a su pregunta.

Una exhalación profunda y entonces decido contarle la situación que he vivido:

—Me quedé dormida en el autobús, ¿de acuerdo? Luego desperté y estaba lloviendo. No había nadie, el autobús estaba estacionado y cerrado, no pude salir cuando lo intenté. Después escuché un par de voces sobre el techo de este, eran voces masculinas y hablaban de —Resoplo y me callo unos segundos, antes de continuar con la locura que tengo en la cabeza—. Hablaban de alas.

Sí, lo admito. Me oigo como una demente, pero todo en mi mente parece tan claro y fresco como el agua de un manantial, pero por una extraña razón, no puedo recordar cómo he logrado llegar hasta aquí.

Mis ojos escrutan a Vid, buscando algo en su mirada, pero él me observa con diversión en su rostro y cierto ápice de incredulidad, para después cambiar su gesto, al de alguien que parece haber recordado algo malo y trata de disimular su repentino accionar; pero me doy cuenta.

—¿Voces sobre el techo del autobús? —Vid levanta una ceja—. ¿Eran hombres? —Me cuestiona—. ¿Y hablaban de alas? ¿Te drogaste antes de venir aquí? ¿Y quién rayos se queda atrapado en un autobús?

—Vid, no estaba drogada —Estoy un poco molesta por su actitud.

—Perdona, Nathalia, pero es que no puedo entender que harían dos chicos hablando de «alas» sobre el techo de un autobús, en plena lluvia —dice enfatizando la palabra alas—. Es algo fuera de... la realidad. Tienes que admitirlo.

—Cuando los escuché ya no estaba lloviendo —aclaro—. Así que no pude haber escuchado mal, Johnvid.

—Aunque ya no lo estuviera, suena a algo improbable y sobre todo ilógico —dice casi burlándose—. A menos que hayan sido palomas parlanchinas, o que hayas estado soñando.

—¿Palomas? —Me molesto—. Las palomas no hablan, Vid —digo, sin olvidar que fue lo primero que pensé—. Maldita sea. ¿No me crees?

Él suspira.

—No es eso, pero es que es difícil. Tú misma acabas de decir que te habías quedado dormida en el autobús. Quizás pensaste que habías despertado, pero no, seguías soñando. Seguro tuviste uno de esos sueños que parecen ser reales, como cuando sueñas que vas al baño a orinar plácidamente y terminas haciéndote encima.

—Ya, Vid, ¿y cómo explicas mi llegada hasta aquí? —Pregunto cruzándome de brazos—. No recuerdo haber llegado por mi cuenta y menos sin mis muletas. Ni siquiera puedo caminar bien todavía.

—No lo sé —Se encoge de hombros—. Tú solo tocaste la puerta, no recuerdo la hora exacta. Estabas parada mirándome y no dijiste nada. Solo entraste y por lo que yo vi, caminas...

Lo interrumpo.

—¡Vid! —Exclamo cuando otro recuerdo me viene a la cabeza.

—¡¿Qué?! —grita él.

—Uno de los chicos... —trago saliva—. Era el más alto, se me acercó y me empezó a susurrar un montón de cosas —digo tratando de recordar las palabras exactas.

La expresión de Johnvid es de asombro, lo puedo ver claramente y, sin embargo, se empeña en hacerme creer que es imposible todo lo que le estoy diciendo.

—Eres mi amiga y todo, pero realmente creo que te drogaste —Se pone de pie.

—El chico me dijo que lo que había pasado, solo era un sueño y nada más. Que cuando me despertara yo estaría aquí, recostada sobre la cama —digo citando las palabras que mi mente ha recordado—. Y que tú estarías a mi lado —prosigo—. Es justamente lo que está pasando.

Daron, un ángel para Nathalia © [Libro 1]✔Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang