Capítulo 21

31.4K 2.7K 221
                                    

NATHALIA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NATHALIA

Voy a presentarme a una entrevista, la primera que he tenido en toda mi vida y no sé qué decir, admitir que estoy nerviosa es poco, tengo miedo de responder mal las preguntas, de decir algo que no debo, de meter la pata. Todavía me encuentro algo perdida, mi mente parece haberse ido a otro lugar y sé que en parte se lo debo a todo lo que ha ocurrido últimamente. La mentira de Johnvid, las confesiones y la actitud extraña de ese tipo al que conozco por Daron, aún me sigue inquietando. No poder saber qué es lo que le ha dicho ese amigo suyo también me preocupa. Debió ser algo importante, como para cambiar su trato hacía a mí.

¿Y qué Nathalia? Me cuestiona mi subconsciente, ¿te duele? Muevo la cabeza en negativa y ruedo los ojos para mí misma. Esto es la gota que falta para derramar el agua que yace en el vaso, lo menos que quiero hacer es pensar en él.

—¿Y a ti que te picó? —Pregunta Vid.

Levanto la cabeza del respaldo del asiento, para mirarlo sin ningunas ganas de poner mi mejor expresión. Está sentado a mi lado.

—Estoy preocupada por mi padre —digo, cuando su recuerdo viene a mi memoria.

No saber nada de él es algo que también me está empezando a inquietar, se ha ido de Borgoña sin decir nada y sé que por la forma en la que me fui de casa y por la manera estúpida en la que me he encargado de tratarlo; no merezco saber a dónde se ha ido. Todavía así, me preocupa porque es mi padre y lo amo como sea.

—¿Le pasó algo? —Su ceño se frunce.

Suelto un suspiro y me cuestiono: ¿en qué clase de amiga me he convertido? Ya ni siquiera soy capaz de contar lo que me pasa, cuando antes solía hacerlo sin ningún problema, ¿por qué mentir igual que él si no soy como él? Pero... ¿Por qué contarle si él parece no confiar lo suficiente en mí? Me quedo observándolo unos segundos en completo silencio, hasta que decido hablar.

—Ayer, después de la universidad... —Aprieto los labios cuando recuerdo su mentira—. Fui a verlo a casa y me dijeron que se ha mudado.

Johnvid me mira con el asombro tatuado en sus oscuros ojos azules.

—¿A dónde se ha ido? —Pregunta.

—Eso es lo que no sé.

Me encojo de hombros.

—¿Y la choza? —No puedo no sonreír cuando lo escucho decir aquello, porque me recuerda la sinceridad que ya parece no estar entre nosotros—. Digo la casa.

—Ese chico... —digo entre dientes.

—¿De qué chico hablas?

—Daron... —murmuro.

Su expresión cambia bruscamente, cuando escucha el nombre que sale de mis labios. Su entrecejo se vuelve a fruncir, haciendo que sus tupidas cejas se junten al medio de su frente. Una mueca de desagrado se instala en su rostro y es aquí cuando no comprendo por qué le molesta tanto.

Daron, un ángel para Nathalia © [Libro 1]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora