"Dime a qué estás esperando" exigió en voz baja. Louis giró la cabeza para hundir el rostro en la almohada: no podía hablar. Harry no se movió. Lo notaba entre sus piernas, húmedo. Esperando.

No es que no lo sepa. Es que quiere oírlo.

"Dime a qué estás esperando" repitió, y Louis tragó saliva.

"Harry" murmuró con debilidad "necesito... tus dedos..."

Él gruñó, y sus manos se apretaron un poco más.

"Necesitas lo que yo te dé" dijo entre los dientes apretados, y Louis gimió de nuevo por toda respuesta. "Dime. A qué estás esperando"

Louis se rindió.

"Esperando... a poder... ser tuyo" jadeó.

Harry gimió al oírlo, antes de entrar en él con cuidado, lentamente. Sólo se oía su respiración profunda y la suya propia, más agitada. Louis boqueó, abriendo los ojos. Llevaba tanto tiempo sin tener nada dentro que sentía sus propias paredes estirándose para acomodarse a él, y Harry estaba tan hinchado que lo notaba palpitar. Apretó un puño en las sábanas. Dolía dulcemente, pero su alfa dentro de él se sentía como volver a casa.

"Haz" gimoteó en voz alta.

Él gemía como si estuviera dolorido. Estando en celo, probablemente lo estuviese. Louis pasó una mano por su pelo con ternura. Todavía estaba inmóvil, pero sabía bien que no tardaría en moverse; no sería capaz de quedarse quieto tanto tiempo. Quería hablar, pero estaba demasiado lleno, demasiado sobrepasado por las emociones, y no tenía suficiente aire en los pulmones.

"Ha...rry" acabó susurrando. Él giró la cabeza para morderlo con suavidad detrás de la oreja, y Louis se estremeció entero bajo su cuerpo. Notaba las lágrimas empezando a formarse en las comisuras de sus ojos, y él se las limpió con los labios.

"Ven" murmuró, sin sentido. Louis rió sin aliento.

"Ya no p-puedo acercarme más, mi amor" murmuró. Harry gruñó.

Esperó a que estuviera listo; siempre sabía el momento exacto en el que podía moverse sin que Louis tuviese que decirle nada.

Harry empezó a moverse despacio,

Louis se sentía morir y revivir al mismo tiempo, no podía respirar y le daba igual. Intentó agarrarse a sus hombros, pero sus manos resbalaron y acabó arañándole la espalda, impaciente.

Alfa, alfa, alfa.

"Alfa" gruñó en voz baja, inevitablemente, y Harry se volvió loco; ya estaba totalmente ido. Lo embestía con tanta fuerza que se arrastraban despacio hacia el cabecero de la cama, y Louis acabó sujetándose a él con una mano para no golpearse la cabeza. Pero no lo detuvo; preferiría morirse. Sentía una familiar sensación creciendo en el fondo de su estómago que no quería que desapareciera nunca.

Harry murmuró algo entre jadeos, pero no lo entendió.

"¿Qué has d...?" tuvo que pararse para gimotear; apretó más las piernas alrededor de sus caderas, y él gruñó en voz alta, sobresaltándolo. Louis dejó caer la cabeza hacia atrás y jadeó en silencio, notando el aire demasiado caliente vaciar sus pulmones.

Harry volvió a intentarlo.

"No p-puedo creer que m-me conformase sin esto" giró la cabeza, confuso, pero él no había acabado. "No m-me puedo creer que fuera a... ah, a pasar el resto de mi vida s-sin ti..."

Louis quería responder, pero no era capaz. Su mundo entero se había reducido a Harry penetrándolo con violencia, a su mandíbula tensa y su ceño fruncido.

PlayboyWhere stories live. Discover now