Playboy

Capitulo 6

Harry despertó bien entrado el mediodía con la peor resaca que podía recordar y el móvil todavía entre los dedos. Había soñado algo y desagradable, y la boca le sabía mal.

¿Qué estás haciendo?

Frunció el ceño. Se levantó despacio; tenía el cuerpo entero rígido y agarrotado.

Miró a su alrededor. Estaba en su habitación, pero la cama estaba sin deshacer. Y él estaba completamente vestido. ¿Por qué estaba sentado al escritorio? ¿Se había quedado trabajando?

Como si quisiera corregirlo, su cabeza le envió una punzada de dolor.

Me encanta tu nombre...

"Lena" dijo en voz alta, sorprendido. Ella ladeó la cabeza, con las cejas alzadas. Estaba apoyada en el marco de la puerta; no la había visto hasta ese momento.

"Buenos días... más o menos" dijo con ironía.

"Yo..."

"¿A qué hora volviste anoche?"

"A... oh" se frotó las sienes "No sé. Salí con Liam y... no estabas al llegar, ¿dónde estabas...?"

Ella se encogió de hombros.

"Me quedé hasta demasiado tarde en el buffet y no quería molestarte... bueno, pensé que estabas descansando en tu día libre" dijo con ironía. Mentía, pero Harry lo dejó pasar. Le dolía demasiado la cabeza.

"Estaba preocupado" admitió con voz afónica "intenté llamarte, pero estaba demasiado borracho y mi teléfono no cooperaba"

¿Estás borracho?

"Sí, siento no haberte avisado. No me di cuenta de lo tarde que era" Harry asintió distraídamente. "Dúchate. Te haré un zumo de naranja, ¿de acuerdo?"

Estaba a punto de asentir de nuevo, pero se detuvo.

"Lena" llamó con suavidad. Ella se paró en el umbral de la puerta "Ya sé que he estado raro últimamente... y lo siento. Me siento raro. Pero... voy a hacer un esfuerzo"

Ella tardó varios segundos en reaccionar. Volvió despacio y lo besó en la mejilla con un suspiro.

¿Ya te has olvidado de mí?

"Gracias" dijo en voz baja. La vio girarse de nuevo para irse, y cogió aire.

"Oye" llamó de nuevo. Ella se detuvo por segunda vez "¿Por qué no... por qué no salimos a cenar hoy?"

Ella frunció el ceño.

"¿A cenar? ¿No quieres... adelantar trabajo, o...?"

Negó con la cabeza.

"No voy a hacer nada con esta resaca de todas formas" dijo con sencillez, y ella dudó.

"Bueno... hace mucho tiempo que no salimos..."

Lena todavía parecía desconcertada y ligeramente satisfecha cuando llegaron al restaurante.

"Tengo que ir al baño" dijo en voz baja "¿te importa pedir una mesa mientras tanto?"

Negó con la cabeza.

"Ve" dijo, distraído, volviéndose hacia el camarero que los había recibido.

Pero no era el camarero. Era un hombre un poco más alto que él, y -descubrió con cierta incomodidad- mucho más ancho. Llevaba un traje negro con corbata oscura. Tenía el pelo corto, la piel bronceada y los ojos verdes. Retrocedió un paso, frunciendo el ceño: se movía con una extraña seguridad casi amenazante.