Capítulo 23: Recuerdos de infancia

Start from the beginning
                                    

-¿Qué tuvo que hacer? Si es así dígame cual fue la razón y espero que sea buena.

-No tengo que explicar el porqué de mis acciones a nadie y menos a ti.

-En eso se equivoca. Aunque no le guste yo quiero a su hijo y él me quiere a mí. Si no quiere explicármelo a mí hágalo por su hijo ¿Simplemente fue por qué es homófobo no?

-¿Homófobo? Chico no sabes nada sobre mí. Que a mis hijos les gusten los hombres o las mujeres no me importa. Pero a veces debemos hacer cosas que no queremos por culpa de otros.

-¿Otros? ¿A quién se refiere?

-A alguien que conoces demasiado bien. Tu padre.

-¿Mi padre? ¿Qué tiene que ver mi padre aquí?

-Recuerda lo que le hizo a tu hermano.

-¿Cómo sabe eso?

-Tykki es como un hijo para mí.

-Debo ir a hablar con él.

-Te recomiendo no hacerlo, solo empeoraras las cosas.

-¿Y qué debo hacer?

-Confiar en mí y dejar que yo arregle las cosas.

-¿Qué confíe en ti?

-Si todo sale como está planeado el problema desaparecerá y Allen y tu podréis estar juntos. Por favor créeme.

-Como usted quiera, yo iré a ver a su hijo.

-Lavi...Algún día no dentro de mucho te diré el porqué de todo esto.

-Esperaré con ansias ese día y que haya merecido todo esto.-Tras estas palabras me dirigí a la puerta, antes de salir Edgar dijo algo pero no llegue a oírlo con claridad.

-No lo merece...

Tras salir del cementerio me dirigí hacía el hospital, algo que se había vuelto costumbre para mí ya. Allen llevaba una semana ingresado y su estado no había cambiando lo más mínimo.

Al entrar en el hospital me subí al ascensor y subí hasta la cuarta planta, recorrí los pasillos que ya estaba harto de ver, viendo a enfermeros moverse de un lado para otro, pacientes caminar sin rumbo, familias hablando y llorando, etc.

Cuando abrí la puerta de la habitación vi la misma escena que se repetía día tras día. Lenalee con los ojos llorosos apoyada en Bran mientras este la abrazaba, Lucy sentada en una esquina mirando la nada y Ganta junto a su hermano agarrando su mano, el pobre había estado llorando hasta caer dormido.

-¿Han dicho algo nuevo los médicos?

-Lo mismo de siempre. Está estable y podría despertar hoy o dentro de un año.-Me respondió Bran.

-O no hacerlo nunca...-Dijo Lucy.

-Nunca vuelvas a decir eso Lucy.

-Todo es posible y lo sabes ¿Por qué no me di cuenta de todo lo que le estaba ocurriendo? Tendría que haber dejado de trabajar tanto y preocuparme más por él.

-Nunca debimos dejarlo solo...-Puntualizó Lenalee.

-Ninguno tiene la culpa de esto. Lenalee, Lucy es mejor que vayáis a casa a descansar, yo pasaré la noche aquí. Si ocurre algo os avisaré.

-No quiero irme...

-Lenalee, Lavi tiene razón. No puedes seguir faltando a clase y Lucy mañana tienes que trabajar y Ganta tiene clases, yo os llevo.

-Muchas gracias Bran.

Tras esto Bran cogió en brazos a Ganta y todos salieron de la habitación.

Cuando estuve completamente solo en la habitación me senté junto a la cama y agarré con mis manos la de Allen.

-Por favor despierta pronto.-Tras estas palabras no pude evitar comenzar a llorar.

Esta situación era el peor escenario que podíamos habernos imaginado y lo peor es que yo pude haber evitado todo esto.

~Allen~

Todo estaba oscuro, sólo podía oír una melodía procedente de un piano. Entonces fue cuando la vi, era mi madre.

-Mamá ¿Qué canción es esa?

-Allen, veo que ya te has despertado. Esta es la primera canción que aprendí a tocar. Tu abuela fue quien me enseñó a hacerlo, me dijo que esta canción estaba hecha para tocársela a las personas que queremos. Fue la primera canción que le dediqué a tu padre y ahora a vosotros, mis hijos.

-¿También vas a enseñármelo a mí?

-Claro que si, para que puedas dedicársela a la persona de la que te enamores.

-¿Enamore?

-Todavía eres muy pequeño pero cuando crezcas lo entenderas y ahora ¿por qué no sigues durmiendo?

-Tienes razón, todavía tengo algo de sueño.

Todo se volvió oscuro de nuevo.

-Señorito Allen bienvenido a casa.

-Ya estoy aquí Víctor ¿Dónde está mama?

-Ha tenido que salir por asuntos de trabajo. Hoy sere yo quien juegue con usted.

-¿Va a estar todo el día fuera?

-Me temo que si señorito, pero no este triste ya verá como nos divertimos mucho juntos.

-¡Tienes razón!

-Y ahora vaya a su cuarto a cambiarse, la comida ya está lista.

Salí corriendo hacia las escaleras, quería comer lo más rápido posible e ir a jugar. Al abrir la puerta me encontré con el mejor regalo que me has dado en toda mi vida. Un piano.



Fin del capítulo 23 de ''Amar a tu enemigo'', siento mucho la tardanza es que no sabía cómo continuar la historia.

Amar a tu enemigo Where stories live. Discover now