Capítulo 50 🦊 Epílogo

Începe de la început
                                    

—Es que está recordando los buenos tiempos con su amiga de la infancia —intenta bromear Brand, pero basta con que lo mire para que su broma de mal gusto le juegue en contra porque, después de todo, él estaba locamente enamorado de su amiga.

—Me refiero a que seas más específica —explico, regresando a las novelas—. Tu «dos chicos que se enamoran» es muy amplio.

Syna blanquea los ojos y toma el primer tomo.

—Léelo por ti mismo.

Me tiende la novela y yo la tomo con cuidado. Lo primero que noto es que es una portada familiar, con algunos cambios que no reconozco. Lo que sí conozco es el logo de la editorial. Es de la empresa donde papá es fundador. Eso explica por qué lo había visto antes.

—Aportando a la economía familiar, bien ahí —me burlo, pero Syna tarda en captar a qué me refiero.

Leo la sinopsis: dos chicos que se enamoran bajo circunstancias extrañas en el que uno es abiertamente gay mientras que el otro nunca ha tenido pareja o amigos. Una premisa por lo demás típica. El conflicto es que uno de ellos sufre un accidente en el que queda en coma y el chico sin vida social es el único que puede verlo, por lo que necesitan saber cuál es el motivo detrás de este hecho mientras van formando nuevas amistades, experiencias y bla, bla, bla.

—¿Te llama la atención? —Syna me mira expectante.

Niego con la cabeza.

—Aburrido —abuchea y me quita la novela de las manos—. Puede que la premisa sea sosa, pero lo que pasa no. Sorprende, y mucho. Peeeero, para serte sincera, la pareja secundaria fue la que me enganchó a las novelas. Y este libro... —se acerca a la pila y saca otro libro— los tiene a ellos como protagonistas.

En la portada del libro aparece una chica rubia cruzada de brazos y con un evidente mal humor; el chico, por el contrario, posee una mueca de suficiencia. Ambos me dan una vibra muy familiar.

Doy vuelta la novela para leer la contratapa y me encuentro con dos objetos que no solo me son familiares, los acabo de ver en la mañana, en casa. Son los mismos llaveros que mis padres tienen en un mueble en la sala de estar, protegidos como si se tratara de las reliquias más valiosas existentes.

Necesito comprobar que mis ojos no me engañan y vuelvo a ver el dibujo de la tapa.

La pareja se parece a... ¿mis padres?

—¿Hay algo interesante? —pregunta Brand.

—Nada —digo sin pensarlo.

—Siempre es nada, nunca es algo —se queja Syna.

—Es que, esta novela... —Mi confusión llega a una simple decisión—: ¿Me prestas el libro unos días?

Syna pone mala cara.

—Tengo mala experiencia prestando libros, pero ya que eres tú y dentro de poco te mudarás... Está bien. ¡Pero debes regresármelo antes de que te mudes!

—Ya.

—Y cuidarlo. Cuidarlo como si fuera tu hermano pequeño.

Al regresar a casa con el libro en la mano, me encuentro a mis padres haciendo una lista con las cosas que deben llevar a mano en el viaje, lo que incluye muchas cosas de bebé por si a mi futura hermana se le ocurre nacer antes del día acordado.

A mis padres les encanta hacer listas y les gusta hacer lo que dicen al pie de la letra.

—Ah, Felix, ahí estás... —saluda papá—. ¿Vienes a echarnos una mano o todavía sigues enojado por la mudanza?

Ai ajuns la finalul capitolelor publicate.

⏰ Ultima actualizare: Jan 21 ⏰

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