Capitulo 45 El tiempo no sana las heridas.

2.4K 206 25
                                    


Sigue sin aparecer.

Hace tres días hoy que no sé nada de él, es como si se lo hubiese tragado el mar y cada vez que intento saber algo Eirene no hace más que huir de mí cada que me acerco a preguntar por él, a Cyrce mejor ni le pregunto, esa mujer no hace más que verme con una triunfal sonrisa que me deja con una mala sensación bailando en mi cuerpo.

Estoy tan estresada, todo aquí me lo recuerda, desde el restaurante hasta mi propia oficina, en todo esta él, un Tritón que me tiene de cabeza por culpa de la angustia.

Llenarme de trabajo no parece ser suficiente, el Domingo me escondí de Diurka para no salir, ahora comprendo que fue un error, al menos con ella me distraigo y subir el Avila me hubiese ayudado a concentrarme en el ardor de mis pulmones en lugar de la preocupación que yace en mi pecho desde que Damián desapareció.

―Lirio ―Alzo la mirada del monitor para ver a mi suegra, mi hermosa suegra ―¿Estás bien? ―Asiento bajando la pantalla para cerrar mi maquina de trabajo, me pongo de pie para recibirla con un delicado abrazo, estaba tan ensimismada en mis pensamientos que no me di cuenta de que ella había entrado ―¿Segura?

―Estoy bien ―Le sonrío señalando el sillón frente a mí persona ―¿Y tú, cómo estás? ―Ella suspira aceptando el vaso de agua que le ofrezco.

―Bien ―Lame sus labios sin ver mis ojos lo que comienza a ser incomodo ―No quiero que pienses que es me quiero entrometer en tu vida pero... ―Con el vaso entre sus manos se echa un poco hacia adelante para verme ―Anderson...

―Lo sé ―Trago grueso rogando a los cielos soportar la presión en mi garganta ―Estoy organizando la misa ―Explico siendo ahora yo, quien no se atreve a verla ―Estoy esperando confirmación de la iglesia.

―¿Eres feliz con el señor Procedes? ―Con pesar cierro los ojos no queriendo hablar del asunto en estos momentos, desde hace unos días no hago más que recordar a Anderson, todos los momentos que vivimos juntos y que me hacen sentir miserable, es como si un botón se hubiese activado en mí, uno que me impedía sentir con libertad la pena de la perdida por mi ser amado, por mis padres ―Quiero que seas feliz Lirio ―Mi mirada se empaña ―Es por eso que te pido que seas sincera contigo, si crees sinceramente que el señor Procedes es el hombre que amas no me opondré a tu felicidad, seré la primera en apoyarte pero...

―Me temo que las cosas no son tan simples ―Digo abandonando mi asiento para ver por la ventana ―Lo que hay entre Damián y yo es... no sé cómo definirlo.

―¿Es amor? ―Su pregunta me toma fuera de base ―Oh ―Creo que mi expresión acaba de aclarar todas sus dudas ―Lirio ―Mi querida suegra se me acerca ―Si quieres irte lejos seré la primera en apoyarte ―Niego sutilmente al no lograr entender a qué viene su sutil sugerencia ―Necesitas tiempo para aclarar tus dudas, todo esto ha sido demasiado rápido, no has tenido tiempo de asimilar la situación, pienso que lo mejor que puedes hacer es darte un tiempo para ti...

―Señora Mary...

―En ausencia de Anderson y de tus padres siento que tu hermano y yo somos responsables de ti ―Sus palabras estrechan dolorosamente mi garganta ―Quiero que tengas en cuenta que si deseas marcharte una simple llamada bastará, no haré preguntas ―Ella estrecha mis manos con gesto cariñoso ―Quiero que sepas que estaré para lo que necesites, siempre.

―Muchas gracias ―La envuelvo entre mis brazos luchando contra el incesante dolor en mi garganta que anuncia mis ganas de llorar ―Si en algún momento lo necesito prometo que te lo haré saber.

―Ay Lirio, si mi Anderson estuviese aquí serías tan feliz ―Cierro los ojos con fuerza queriendo no llorar pero la presión en mi pecho se vuelve insoportable ―Sé que lo amaste cariño, lo amaste tanto que gracias a ti él fue feliz ―Rompo en llanto ―Muy feliz ―Desconsolada me dejo hacer por ella, la madre de mi esposo me consuela pero el dolor no merma, estoy tan rota que no entiendo cómo en tanto tiempo no me sentí así de derrotada ―Él esta aquí Lirio, mi Anderson jamás te dejará sola.

La Obsesión del TritónWhere stories live. Discover now