Capitulo 34 Un pasado peligroso.

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―Cómo estás? ―Pregunto con merecido alivio al saber que despertó y que esta bien, más la bienvenida no es para nada cálida, en su lugar mi vieja amiga me dirige una mirada furiosa que me deja estática en mi sitio ―¿Qué ocurre? ―Indago con los claveles en mi mano izquierda sin adentrarme en la habitación al reconocer a la loca del escándalo, esa que afirma que Diego y yo le estamos viendo la cara a Angélica.

―Vaya que no tienes vergüenza ―Ignoro a la mujer y me acerco a la cama con la intención de hablar con mi amiga, pero está aparta la mirada dejándome una amarga sensación de rechazo ―Deberías irte ―Dejo los claveles en la cama y llamo a mi amiga por su nombre pero mi voz se pierde en el vacío ya que no recibo respuesta.

―Debes estar bromeando ―Chisto incrédula, indignada ―¿Es en serio? ―Me ignora, Angélica se esta comportando como una completa idiota ―Wow ―Chisto y me rio con rabia ―Si que estas estúpida ―Camino hacia la puerta porque no voy a soportar tal desprecio ni un minuto más ―Creí que eras alguien inteligente, lastima ―Chasqueo un par de veces en desaprobación ―Perderás al hombre que te ama... ―Ahora si me mira ―Acabas de perder a tu mejor amiga ―Duele decirlo, duele porque realmente no quiero que esto se quede así pero no tengo ánimos para pelear, mis fuerzas están escasas ahora que el mundo parece pesar, aplastarme y mi Abuelo hoy dejó un sentimiento horrible que no me abandona desde entonces ―No pierdas a Diego por escuchar a alguien que claramente tiene la intención de joder tu vida.

―Yo no tengo...

―Lo que sea ―Abro la puerta, lamo mis labios y la miro por última vez antes de salir y cerrar detrás de mí, camino unos cuantos pasos lejos de la habitación pero no lo soporto, por mucho que me esfuerzo termino rompiendo en llanto en medio del pasillo y sin querer alarmo a mi amigo que viene hacia la habitación de su novia, él me mira con gesto preocupado y me pregunta ¿Qué pasa? Pero no puedo responder, no me salen las palabras.

―Lirio ―Niego y bebo agua de la botella que él me ofreció hace un momento ―¿Qué sucedió?

Respiro hondo, aprieto el pastico del asiento de la silla donde estoy sentada y miro al frente antes de hablar.

―Angélica piensa que tú y yo estamos juntos ―Mi amigo suelta una maldición ―Acabo de cortar nuestra relación ―Se me salen las lágrimas ―Mucho me temo que esa mujer pondrá su vida patas arriba si ella lo sigue permitiendo.

―Maldición ―Mi corazón late con prisa, adolorida lo observo ―No creí jamás que esto ocurriría ―Murmuro con tristeza ―Ana nunca me hizo pasar por algo así... en cambio hoy, acabo de probar el amargo sabor de perder a una buena amiga.

―Te ofendió ―Concluye pasando ambas manos por su rostro ―Desde que esa bruja llegó Angélica no escucha a nadie.

―Angélica no es una niña ―Aclaro, me levanto para irme, sé que seguiré viniendo, independientemente de lo que sucedió ella sigue siendo la hermana de Anderson y por muy molesta que éste, no puedo ignorarla ―Trata de tener paciencia... ―Exhalo con pesar ―Por ahora no tengo nada que hacer aquí.

―Hablaré con ella---

―No ―Niego porque no quiero que lo haga, Angélica apenas esta despertando y lo que menos necesita es que la molestemos con estas cosas ―Deja que se recupere, más adelante cuando esté bien seré yo quien hable con ella.

―¿Segura?

―Si ―Vuelvo la mirada a la puerta de su habitación y luego a él ―Ve con ella ―Agarro mi cartera ―Yo tengo que ir a trabajar.

―Esta bien ―Mi amigo me da un beso en la frente ―Tranquila ¿Si? Solucionaremos este mal entendido.

―Bien ―Le entrego las bebidas que olvidé dejar en la cama y me despido de él para volver a mi trabajo, más lo que me encuentro en la entrada del Blue gold definitivamente coloca la cereza en la copa del pastel ―Ayer estaba que se moría al renunciar a mí y aquí esta, riendo con María ―Murmuro incapaz de creer tanto cinismo junto en una persona ―Se nota que no es humano el muy cretino ―Sigo conduciendo hasta el estacionamiento del hotel y continuo con mi rutina, pero hoy me la pasé fue ignorando al culpable de mi desvelo, hace semanas no duermo bien y sin embargo anoche fue la primera vez que la pasé en vela por él, por lo mal que me sentí por lo de ayer y verlo tan tranquilo realmente me confirma que no era yo la mujer que él buscaba y que él me estaba usando como distracción a su pena que no lo deja vivir tranquilo.

La Obsesión del TritónWhere stories live. Discover now