Capitulo 5 El maníaco que te hirió.

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Me quedo viéndolo detenidamente sin saber que decirle al respecto, no puedo decirle la verdad sin que crea que es una broma ―Paso saliva con algo de dificultad y me aclaro la garganta antes de hablar.

―Es que... cariño... mmm bueno el anillo... ―¿Cómo le cuento la verdad? ¿Cómo le digo que un ser de cuentos antiguos apareció de la nada y afirma que soy su esposa? No tiene sentido, menos cuando hace una semana que sucedió eso y no he vuelto a saber nada del fulano Príncipe de los peces, sé que es real por las cicatrices en mi brazo, sé que es real porque esa noche perdí mi anillo de compromiso y porque desde entonces siento incomodidad en mi pecho, por eso sé que es real, más no puedo decirle nada de eso a Anderson, no así y menos por teléfono.

―¿Te robaron? ―Oh Dios, lo amo. Sonrió algo apenada sintiendo alivio por su ayuda a pesar de que él ni se imagina la verdad ¿Quien lo haría?

―Si mor ―Respondo casi de inmediato ―Hace una semana en la camioneta, salí de prisa y se me olvido dejarlo en casa por eso tengo el dedo así ―Le muestro mi dedo ahora con costras, cuando el Tritón me arrancó el anillo del dedo no sé cómo pero me dejo hilos de cortes y ardor en todo el área por lo que hasta ahora es que esta volviendo a su color―Estoy bien.

Se queda callado por un momento, el gesto serio en su rostro denotan preocupación por lo que me preparo para un posible regaño, pues no le dije nada, nadie le contó que estuve hospitalizada por dos días ni mucho menos que fui herida, mi hermano le dijo a los que se enteraron que estaba en el hospital que me habían robado más no dijo más al respecto, lo que por supuesto me deja con el dilema de si contarle o no la verdad a Anderson.

―No me habías contado eso ―Reprocha y bajo la mirada hasta mis manos incapaz de verlo a los ojos mientras le miento ―Lirio...

―¿Si? ―Miro la pantalla más no a él ―Estoy bien ―Murmuro ocultando que tengo cicatrices en el brazo izquierdo, más lo omito, eso es información innecesaria en esté momento ―De verdad ―Repito para convencerlo ―Estoy bien.

Suspira aliviado, más no me pasa desapercibida esa mirada de enojo y resignación, en los 3 años que tenemos juntos hemos sido el maestro del otro en muchos aspectos, él es un hombre muy inteligente y siempre tiene algo nuevo para enseñarme, mi carrera y muchos aspectos de mi vida han mejorado gracias a sus lecciones, el hombre que amo me ha demostrado que siempre estará ahí y eso me gusta porque sé que siempre contaré con él en todo momento, y yo, bueno le he dado un toque diferente a su vida, le he hecho ver que la vida es más que trabajo y falsas amistades, que estar con mucha gente no siempre es bueno.

Hace año y medio Anderson y su familia atravesaron una fuerte situación económica, estuvieron a punto de perderlo todo por una mala inversión y cuando más necesitaba apoyo de sus ''Amigos'' esto más rápido desaparecían, fue ahí cuando nuestras familias comenzaron a ser una, mi padre vendió nuestra casa y casi todo lo que teníamos para ayudarlos, se hizo socio de mi suegro y ahora ambos con ayuda de mi hermano y mis cuñados manejan el negocio mientras Anderson concreta la cadena de supermercados que su padre comenzó.

Nuestra relación no ha sido nada fácil, en un principio tuve que armarme de paciencia mientras que su ex novia lo seguía a todas partes, habían terminado un año antes de que nos conociéramos y sin embargo ella buscó mil formas de hacer de nuestra relación una pesadilla, tanto fue que terminamos a los cinco meses de estar juntos, yo me desaparecí del mapa, estaba tan deprimida que no hacia más que llorar cada que lo recordaba lo que me llevo a perder 10 kilos en 68 días. Para cuando él y Luciano me encontraron ya pesaba 45 kilos. Según me cuentan estaba deshidratada y algo desnutrida por lo que tuvieron que internarme de emergencia para luego someterme a dietas estrictas hasta que recupere mi peso y salud.

La Obsesión del TritónWhere stories live. Discover now