La Obsesión del Tritón

Capitulo 35 Esconderse del dolor

Capitulo 35
Esconderse del dolor.

Kai corre hacia la puerta corredizas, intenta abrir la puerta pero esta no cede, la sacude con fuerza, horrorizado alza la mirada y lo que veo en ella no me gusta, insisto en llegar a la casa pero no lo logro, mi padre también intenta abrir la puerta, Olivia corre a la entrada principal y tampoco logra salir de la casa, suplico a quien sea que esté haciendo esto que se detenga, que no lo haga pero es como si no me escuchará, Kai jala a mi hermanita y la envuelve entre sus brazos.

―Lo lamento ―Gesticula en silencio sin apartar su mirada de mí, quien desesperada no dejo de luchar contra esto que me esta reteniendo, implorando por un perdón a lo que sea que haya hecho, suplicando para que no sea mi familia quien pague por mis errores ―Debe ser fuerte...

―¡¡Salva a mi familia!! ―Una nueva explosión, un aullido penetrante que estruje todo se alza silenciando mis gritos, la tierra tiembla haciendo crujir las paredes y sacudirse al árbol donde sigue sentado mi Abuelo, mi mamá me ve aterrada comenzando a llorar, su mirada... como me hubiese gustado jamás ver esa mirada en ella, logro ponerme de pie y avanzar un poco.

―Lirio... ―Susurra mi hermanita, quien no deja de abrazar con fuerzas al pez que con tanto afán intenta protegerla, logro llegar a la puerta, intento abrirla desde afuera pero nada, les doy indicaciones de que se alejen de ella al ver una piedra, vuelvo a buscarla y vuelvo hacia ellos...

El fuego consume todo a su paso, los cristales se rompen, el impacto de la explosión me arroja unos metros lejos de donde estaba golpeándome contra el tronco de un árbol en la espalda, lo último que veo de mi madre es como...como el fuego...

―¡¡¡Mamá!!!! ―Me levanto impulsada por la adrenalina y el miedo, miedo a que sea tarde, miedo a que ya no pueda hacer nada por ellos, petrificada observo el interior sin poder creerlo, incapaz de creer tan horrible realidad, una realidad que me esta consumiendo por dentro, suelto un grito cargado de dolor y sin importarme nada camino para entrar a la casa, a la que hasta hace unos momentos era mi hogar.

―Hija no lo hagas ―Mi Abuelo se atraviesa en mi camino sujetando mis brazos, aturdida por la explosión no escucho bien lo que sucede... realmente no escucho nada que no sea el sonido de la voz de mi familia al mencionar mi nombre momentos antes de... esto, bajo la mirada a él quien obstaculiza mi vía.

Ninguno de los dos nos movemos, es como si el tiempo se hubiese detenido, como si el infierno habitará solo en mi corazón, un corazón herido... completamente destrozado.

―¿Por qué no me dijiste Abuelo? ―Bramo volviendo en sí al caer en esto, en mi familia que yace adentro, en mi familia que necesita que la rescate, lo sé porque aún conservo la piedra aún en mi mano, es la que me ayudará a sacar a mi familia de ahí ―¡¿Por qué?!

―El poder es superior al de un anciano, cariño, es superior... ―Se toma el brazo izquierdo y me mira ―Nos vemos en otra vida hija ―Y cae al suelo.

―¿Abuelo?―Gimo soltando la piedra para sostener su peso ―Abuelo por favor ―Suplico al ver como se sacude, de su boca brota saliva y sus ojos están en blanco ― Por favor... ―Sorbo mi nariz aterrorizada ―¡Abuelo! ―Me arrodillo a su lado, viendo con impotencia como deja de vivir, ha dejado de respirar, su cuerpo ya no se mueve, está...

―¡¡¡Abuelo!!! ¡¡¡Por favor Abuelo ―Golpeo su pecho a la altura de su corazón para hacerlo volver, pero no vuelve, no reacciona ―Abuelo ¡¡¡Por favor!!! ―Estoy desesperada, no sé que hacer, los nervios están haciendo estragos conmigo, la preocupación, mis padres, mis papás... rompo en llanto, viendo a mi Abuelo y la casa de mis padres ahora consumida por el fuego ―¿Qué está pasando? ―Exclamo paralizada, sorda, sin aliento ―¿Qué esta... qué esta...? ¡¿Qué esta pasando?! ―Grito al fin comprendiendo que mi peor pesadilla se volvió realidad ―¡¡¿Por qué?!! ―Rujo al cielo exigiendo una respuesta ―¿Qué es lo que esta pasando?! ―Alguien me empuja y me hace a un lado separándome de mi Abuelo e iniciando el proceso de resucitación, sin siquiera pensarlo corro dentro de la casa, pero justo antes de entrar alguien me impiden entrar, grito, golpeo a todo el que se interpone en mi camino, desesperada, ahogada por el llanto pero el hombre no me libera, nadie me deja irme con mi familia, nadie permite que el fuego me alcance al igual que lo hizo con ellos.